El inesperado traslado de personal en el edificio de Urbanismo provocó ayer “caos” entre una decena de trabajadores del servicio, a los que el gobierno local decidió cambiar de lugar físico. “La situación es un puro descalabro”, aseguran desde CCOO, después de visitar las instalaciones. Actualmente, en una misma sala hay administrativos de atención al público y técnicos de Apertura y Licencias, sin que haya hueco suficiente para todos. La sala, además, cuenta con elevados índices de radón, por encima de los 300 becqerelios, el máximo permitido por la normativa europea.
Por otra parte, explican que el traslado también afecta a la propia función de los funcionarios. “Los cambian de departamento, lo que supone tener que ponerse al día en funciones que no conocen”, apuntan. Desde CCOO hablan del “desconcierto” entre los trabajadores, e inciden en que la falta de organización afecta directamente a la ciudadanía: “Si antes el plazo para resolver una licencia era tardío, ahora va a ser el triple”. En esta línea, critican la gestión del gobierno local. Aseguran que ni el concejal de Urbanismo, Francisco Lorenzo, ni el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, informaron a los funcionarios o a la representación sindical. “Jácome intenta que los servicios no funcionen para criticar a los funcionarios”, dicen.
