El obispo confía en cerrar un convenio con dos instituciones para poder comenzar las obras

La capilla de Os Remedios, pendiente de nuevas ayudas

El obispo atiende al conselleiro de Cultura durante la reunión de ayer. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, se muestra esperanzado con la posibilidad de celebrar la próxima novena de Os Remedios, en el mes de septiembre, en la capilla del siglo XVI ya rehabilitada o, cuando menos, que permita la celebración de cultos.
La diócesis, tras asumir la titularidad del pequeño templo, tiene ya el proyecto técnico (asumido por la Xunta), las empresas interesadas en asumir las obras -siete presentaron plicas- pero sólo parte del dinero necesario. Sólo la primera fase, tras revisar y ajustar a la baja el presupuesto a petición del propio Lemos, implica un desembolso de 387.000 euros, de los que el Iglesia aporta 100.000.

Monseñor confirmó ayer, tras un encuentro con el conselleiro de Cultural, Jesús Vázquez, y la directora Xeral de Patrimonio, Carmen Martínez, que aguarda, en la semana que ahora comienza, cerrar un acuerdo de colaboración con otras dos instituciones (Concello y Diputación) para asegurar la financiación necesaria que posibilite acometer los trabajos de restauración de la capilla, que quedó en estado ruinoso tras el incendio fortuito de finales de julio de 2010.

El Obispado de Ourense, según reconoce su máximo responsable, confiaba en desbloquear el inicio de las obras el pasado mes de mayo. 'No se ajustaba la documentación a lo establecido y mandé que la rectificasen', explica.

Lemos aprovechó la visita del titular de Cultura para agradecer su colaboración, habilitando los algo más de 83.000 euros 'que permiten poner las bases de la restauración de un Bien de Interés Cultural de primera categoría', pero recalcó la necesidad de que otras instituciones aporten más ayudas ante la imposibilidad de la diócesis de asumir más gastos -a mayores se encargará de la dotación del interior- a tenor del estado en el que está el resto del patrimonio eclesiástico. 'Tuvimos un invierno muy crudo que ha acrecentado el deterioro de nuestras iglesias: techumbres en mal estado, humedades interiores, deterioro de retablos...', apostilla el obispo.

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