La exedil del PP en la ciudad y militante de esa formación Carmen Carballo y su madre declararon ayer en calidad de investigadas por un delito contra los derechos de los trabajadores ante el juez de Instrucción 1 (la fiscal no estuvo presente) tras la denuncia presentada por la Fiscalía de Ourense. Carballo, citada a las 09.30 horas, aprovechó este trámite para ofrecer una prolija versión de lo que ella considera una trama para perjudicar a su familia por parte de Marlene R.H., la joven denunciante, una mexicana a la que “mi madre trató de ayudar por caridad”. Por contra, la denunciante, asegura que fue esclavizada y maltratada en Ourense durante 11 años.
La investigada aclaró a la salida del juzgado que su familia es víctima “de una denuncia falsa y espuria que obedece a móviles económicos”. El abogado de Carballo, Eugenio Rubio Linares, relató que la comparecencia judicial también sirvió para “poner de relieve las contradicciones de la denunciante”. La propia denunciada asegura que Marlene aportó pruebas falsas como cuatro fotografías en las que dice que ella y su madre salen de una casa de empeño en la ciudad y fueron realizadas en México, en donde los Carballo tienen negocios hosteleros.
“No hay ningún elemento normativo, en el plano jurídico, que permita hablar de indicios delictivos en este caso”, aseguró el abogado. La joven que inició este proceso, quien regresó a su país el 27 de junio, fue asesorada por alguien -añadió- para beneficiarse de una legislación internacional que permite ayudar a las víctimas de prostitución y protegerlas de las mafias (a través de la protección internacional de asilo).
Marlene llegó de vacaciones a Ourense porque, según Carmen Carballo, “un tío suyo llamado Germán, que era empleado nuestro, se lo pidió en diciembre de 2010 a mis padres cuando iban a viajar a España porque “estaba deprimida porque había sufrido una agresión sexual por parte de un tío materno, Antonio. Vino a España como invitada, como un miembro más de la familia y cuando debía regresar -el billete era de ida y vuelta- no quiso”, asegura. La denunciante se quedó en casa de la madre de la exconcejala pero no trabajaba. “No sabe ni planchar, pero a mi madre le daba mucha pena y la dejó quedar (…) Hasta se lo pidió de rodillas”, detalló. Eso sí, Carmen asegura que la idea de su madre nunca la gustó: “Meter a una persona de estas en casa, a sabiendas de nuestro nivel económico, es un peligro porque después te pueden secuestrar allí”, explicó. Entre 2010 y 2014, la joven mexicana residió con los padres de Carmen en la calle Paseo “con total libertad de movimientos”. “Mi madre hasta le compraba ropa en Verino y Carolina Herrera”, añadió.
En 2013, la madre de Marlene interpuso una denuncia en México por su desaparición en España. “Este hecho se investigó a través de una comisión rogatoria y la joven declaró en la comisaría hasta en cinco ocasiones, asegurando que estaba perfectamente bien y que no quería regresar a su país”, explicó el letrado. Pero, como su situación en España era irregular, solicitó el asilo político. Este trámite la obligaba a renovar la tarjeta de residencia cada seis meses -hasta que en marzo de 2021 se le denegó- al tiempo que residía en una pueblo de Paderne de Allariz, entre 2014 y 2022, en una casa que le dejaron las investigadas.
La investigada aclaró que se querelló contra la fiscal de Extranjería ante el TSXG por “prevaricación y revelación de secretos”.
