”Despídete, es el momento decir adiós”, rezaba una famosa canción de Ella Baila Sola y para Antonio Caride ese momento llegó la semana pasada. Tras más de 34 años dejó su puesto de profesor en la Escuela de Vilamarín por jubilación. “Empecé en el año 90, de aquellas había muy pocos titulados en el FP de Cocina, y me llamaron de la Delegación de Educación para empezar a trabajar en la Escuela Vilamarín que estaba empezando”, explica. Previamente había estudiado en Santiago cinco años FP de Cocina y había trabajado en distintas empresas tanto de Ourense como de fuera.
El inicio de su aventura laboral en Vilamarín no resultó especialmente fácil, ya que contaban con una cocina muy pequeña porque no estaba previsto que fuese una escuela de hostelería. Con el paso de los años, poco a poco las instalaciones fueron creciendo hasta contar con una gran infraestructura.
“Mi sueño siempre fue que la escuela de hostelería estuviese en la ciudad porque es un referente muy grande y ese factor provocó que cada vez tengamos menos alumnos debido a la dificultad para desplazarse todos los días, ya que está a casi 20 kilómetros de Ourense”, reivindica Caride.
"Muy intensamente"
El pasado miércoles, puso punto final a 34 años trabajando en la Escuela. “He vivido estos años muy intensamente, he dado clase a alumnos de toda España, he hecho muchos viajes, he participado en muchas ferias, hemos ganado muchos concursos y tengo recuerdos muy bonitos”, confiesa.
En su último día, Caride recibió el cariño de todos sus compañeros y alumnos que le quisieron dar las gracias por su trabajo durante tantos años. “Me sorprendió ver el aplauso durante tantos minutos de mis compañeros tras mi último servicio, pero lo viví con orgullo porque en la vida todo tiene un principio y un final”, afirma.
