El Concello de Ourense confirmó ayer finalmente que el Casco Vello, y algunas de las calles adyacentes del entorno de San Lázaro, formarán parte de la Zona de Bajas Emisiones(ZBE) escogida para ser implantada este 2023 -tal y como obliga la Ley de Cambio Climático-, expulsando de la misma a los coches más contaminantes. La junta de gobierno local llega más tarde que en otras ciudades, donde llevan meses preparando estos planes. En todo caso, ha elegido el método menos ambicioso, designar ZBE el Casco Vello -y otras de las calles céntricas que le dan acceso-, que ya lo es de facto, al estar restringido al acceso de vehículos actualmente -aunque la bajada de bolardos lo haya camuflado-. La implantación de la ZBE contará con un presupuesto de 3,33 millones, aunque 2,75 son susceptibles de ser financiados por el Gobierno, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El gobierno local se compromete a implantar esta zona en 2023 y garantizar su mantenimiento “polo menos os primeiros cinco anos de actividade”.
La ZBE estará delimitada por las rúas Progreso, Coruña, Pena Trevinca, Pardo Bazán y Habana, lo cual afecta a la zona histórica y el entorno del parque de San Lázaro como Bedoya, parte de la avenida de Bos Aires, Valle Inclán y Ramón Cabanillas, así como Juan XXIII y la calle Concejo. Se colocarán señales, cámaras de control de accesos y estaciones de medición de partículas contaminantes.
El Concello se adhirió ayer, último día de plazo, a esta segunda convocatoria de fondos del Gobierno para optar a fondos de reconstrucción sostenibles. Ahora, queda pendiente de que la solicitud sea aceptada por el Gobierno, que dispuso un presupuesto de 500 millones. No es la única de las medidas a las que la ciudad opta con financiación a estos fondos europeos que reparte el Estado, ya que ha solicitado proyectos por 18,9 millones, en base a un programa de actuaciones que denominan “MoveOurense II”, de los cuales el coste subvencionable es de 15,68 millones.
Se incluye un aparcamiento disuasorio en Coto de Canedo, donde el gobierno local anunció un gran parque entre las calles Victoria Kent, Xesús Pousa, avenida de As Caldas y Basilio Álvarez. El presupuesto alcanzaría los 2,47 millones, con un coste elegible de 2,04. También incluye la implantación de un servicio de alquiler de bicicletas eléctricas, cuyo presupuesto asciende a 1,25 millones. A mayores, en la solicitud se incluye la financiación de los futuros ascensores de Avilés de Taramancos, Cruz Alta y avenida de Marín; así como los proyectos para la reforma de Alejandro Pedrosa (4 millones) y avenida de Portugal (5,97).
Contenedores, luces y piedra
La junta de gobierno adjudicó la compra de contenedores de recogida de residuos, que comprará directamente por 3,5 millones, como hizo con los autobuses, sin dejarlo a la concesionaria. El alcalde prometió que en breve se sacará a concurso los soterrados. También se adjudicó la instalación de luces de Navidad a la empresa Ximénez, la misma que los dos años anteriores, por 593.000 euros, así como las obras para pavimentar en piedra el entorno del parque de San Lázaro.
