Casi 25.000 familias de la provincia de Ourense poseen una segunda residencia

Casi 25.000 hogares ourensanos (que representan a 57.500 habitantes) poseen una segunda residencia, y, más de la mitad de estas familias, 13.774, la tienen dentro de la provincia. Así se desprende de los datos de la Encuesta de características esenciales de la población y las viviendas que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), que refleja que los ourensanos mantienen las viviendas de sus antepasados -radicadas en el rural- como una residencia vacacional. Esta situación, muy habitual en Ourense, es menos común en otros puntos de la geografía gallega, lo que hace que la tasa de segundas viviendas en la provincia sea la más alta de toda la comunidad. Para poner las cifras en contexto, esos 24.978 hogares representan casi un quinto del total de familias ourensanas (que está en torno a las 130.000, según el mismo INE).

Pero no todos los que tienen una vivienda alternativa la tienen en el rural. El segundo grupo más numeroso de hogares (6.300) es el de los que la tiene en otra provincia gallega, sobre todo en Pontevedra, típico lugar de veraneo de los ourensanos. Este es el caso de los pisos que los residentes en la provincia poseen en las zonas de costa, como Nigrán o Baiona, donde muchos compraron hace años un apartamento para veranear. El resto de hogares que afirman tener más de una residencia o bien está en el mismo municipio que la primera (3.038), o bien en otra comunidad autónoma (1.182) o, los menos frecuentes, en otro país (685).

Más de 60 días al año

En cuanto a los días de uso anuales, la encuesta del INE deja claro que la mayoría utiliza sus segundas viviendas durante más de 60 al año. Para llegar a esta cantidad, lo más habitual es utilizarlas en periodos vacacionales -verano, Semana Santa o Navidad- y también durante los fines de semana. Este grupo representa a casi la mitad de los hogares que disponen de esta propiedad. Esta situación es la misma que la que viven los que las utilizan entre 30 y 59 días. También es más usual que los pisos en la costa estén solo habitados en verano y fines de semana con buen tiempo.

Los que menos tiempo están al año en las casas de verano son los que la tienen en otra comunidad o en el extranjero, ya que el único momento que tienen para visitarla es en el periodo vacacional, reduciendo las posibilidades de estancia. Eso sí, lo menos habitual entre los hogares que poseen más de una vivienda es que pasen entre 15 y 29 días, según las estadísticas del INE.

Mantener otra residencia cuesta, como mínimo, 1.500 euros anuales

Aunque pasen la mayor parte del año vacías, las segundas residencias mantienen unos gastos corrientes que no bajan de los 1.500 euros anuales. Según algunos propietarios de estas casas de veraneo, los gastos también varían según la ubicación (obviamente no es lo mismo un piso en Baiona que una casa en el rural ourensano). Un propietario de una segunda vivienda en la comarca de Celanova indica que “os 1.500 euros vánseche só en contribución (IBI), luz, gas e taxa de basura”. Estos gastos crecen por encima de los 2.000 si se trata de un piso en la costa, indica otro propietario, ya que “hai que contar que as taxas son máis altas, o valor tamén e a maior parte da xente ten que pagar comunidade”.

Esto en lo que se refiere a los gastos corrientes, un montante que “pode dispararse” si hay que hacer arreglos o reformas o si se contrata a una empresa externa de limpieza o desbroce para acondicionar la estancia antes de habitarla. “Se queres poñer un aire acondicionado, xa son máis gastos. Tes que andar medindo o que gastas e coidar as cousas para que duren moitos anos”, explica un propietario.