Solo han pasado dos semanas desde que el calor veraniego dejó paso al frío, pero los turrones en las estanterías de los supermercados y los anuncios de juguetes son señal inequívoca de que la Navidad se acerca. Por ello, las empresas ya han comenzado a llamar a los restaurantes con el objetivo de reservar las comidas y cenas de empresa de este año para no quedarse sin un lugar donde celebrarlas.
“La gente ya ha empezado a pedir menús y concretar las reservas porque quiere cerciorarse de tener sitio”, explica Alejandro Nespereira, gerente del restaurante Plaza, ubicado en Pereiro de Aguiar. En este establecimiento, el precio de los menús va desde los 40 euros hasta precios superiores, dependiendo de lo que solicite el cliente.
Nespereira cuenta que la fecha más demandada en su restaurante es el 15 de diciembre. Esto se debe en parte a que los empleados prefieren celebrar las cenas de empresa en víspera de fin de semana para no tener que trabajar al día siguiente.
En el restaurante Sanmiguel, su propietario, Diego González, explica que ya le han solicitado muchas reservas para Navidad, “incluso hay varios días en los que ya estamos completos”. De hecho, este año han recibido ya reservas para el mes de noviembre.
El fin de semana del 15 y 16 es el más solicitado en este establecimiento, debido a que, según explica González, la gente se suele concentrar para hacer este tipo de cenas el último fin de semana antes de la nochebuena. De hecho, explica que este año, al caer la nochebuena en domingo, hay menos fines de semanas libres en el calendario para celebrar la cena.
El restaurante Sanmiguel mantiene este año el precio de los menús respecto a 2022, que parte de los 40 euros, ya que han decidido asumir en primera persona la subida de coste de los productos que se ha producido desde las Navidades pasadas.
Cotillón de Fin de Año
Hay restaurantes que ya han recibido incluso reservas para celebrar Fin de Año, a pesar de que quedan todavía dos meses. Este es el caso del restaurante A Carballeira, donde la gente ya ha llamado para pedir cita y asegurarse de no quedarse sin sitio para recibir el 2024. El establecimiento tiene previsto para ese día, al igual que ya hizo el año pasado, realizar un cotillón que será amenizado con música.
Como en el caso del establecimiento Sanmiguel, en A Carballeira también han recibido reservas para noviembre para llevar a cabo las cenas de empresa de Navidad, en este caso para los dos últimos fines de semana del mes. Esto se debe a que en diciembre algunas empresas trabajan también en domingo, lo que dificulta hacer la cena en dicho mes.
En el caso del menú para las cenas en este restaurante, la gente lo escoge a su gusto, eligen los aperitivos, la carne o el pescado que quieran y el vino y, en base a esa elección, el establecimiento hace el presupuesto.
El precio de los menús sube un 10% de media respecto al 2022
El precio promedio por comensal que participa en la comida o cena de Navidad aumentará en torno a un 10% en comparación con el año anterior. Esta es una de las conclusiones del estudio de Uncovercity sobre las cenas de empresa de este 2023, en el que aseguran que el gasto promedio del menú por persona será de 57 euros, en comparación con los 52 euros del año pasado. De hecho, el 79% de los establecimientos encuestados planea elevar sus tarifas, mientras que solo el 21% planea mantener sus precios inalterados.
El informe atribuye este aumento de costes a una combinación de factores, incluyendo el encarecimiento de los ingredientes y el servicio. “La experiencia festiva se ha vuelto más valiosa y, como resultado, las empresas y sus empleados están dispuestos a gastar un poco más para disfrutar de una celebración memorable”, señalan.
Según las previsiones que muestra el estudio, los días más demandados para las cenas de empresa son el viernes 15, el jueves 14 y el jueves 21 de diciembre. Además, la mayoría prefiere la hora de la comida (52.6%) en lugar de la cena (38.1%) para estas celebraciones.
El estudio también destaca que aproximadamente el 49.3% de los encuestados no considera en absoluto adelantar la fecha de la comida de empresa a noviembre o postergarla hasta enero para evitar las complicadas semanas del calendario navideño.
