Patronal y sindicatos del metal volverán a verse las caras mañana, a partir de las 10.00 horas en el Hotel Francisco II, para intentar llegar a un acuerdo que ponga fin a la huelga indefinida, aunque lo hacen en un ambiente de reproches y acusaciones. La Confederación Empresarial de Ourense (CEO) difundió ayer un comunicado contra la “nula voluntad negociadora” de los trabajadores y sus representantes, a quienes acusan de estar “más centrados por avivar la conflictividad social que por solucionar la situación”.
“Acuden a la reunión de mediación sin ningún ánimo negociador a la espera de que sea la parte empresarial la que acuda para aceptar sus propuestas que reiteran a día de hoy siguen siendo inamovibles, consistentes entre otras cuestiones en una petición salarial de un 6,5% desde enero en este 2022”, afirman desde la patronal. Es precisamente este punto, el del aumento del presente año, el que más diferencias genera entre las partes, ya que mientras los trabajadores exigen un 6,5% retroactivo hasta enero, los empresarios ofrecen un 6% retroactivo hasta julio.
Respuesta sindical
Preguntados por este diario, los sindicatos ven estas afirmaciones de la patronal como un intento de presión. “Nosotros nos hemos movido en la anterior reunión más que ellos, y el lunes veremos qué sucede. Hasta ahora creemos que sus declaraciones son erróneas y tratan de presionarnos, así como lo intentan cuando amenazan con despidos que en alguna empresa ya fueron ejecutados”, afirmó el secretario xeral intercomarcal de CCOO Industria, Justo López, quien agregó que llegarán “con afán negociador a la reunión del lunes y con un objetivo claro que es mantener el poder adquisitivo”.
En la última reunión, que se celebró el pasado martes en las dependencias de la Xunta, la patronal llegó a ofrecer una subida máxima de un 14%, que se distribuía, según explicaron desde los sindicatos, en “unha subida do 6% para 2022, con carácter retroactivo desde xullo, do 4% para o 2023 e do 3% para 2024, e despois unha cláusula de revisión salarial topada ó 14% no 2025”. La oferta no colmó las aspiraciones de las centrales y la reunión terminó sin acuerdo tras más de nueve horas, sobre todo por las diferencias acerca de las medidas a tomar para este año.
Desde la patronal se muestran muy críticos con esta postura y afirman que “lejos de querer llegar a un acuerdo que ponga fin a la huelga, parece que la preocupación sindical es mantener la huelga hasta el miércoles 19, día para el que han convocado una manifestación, lo que parece evidenciar mayor interés sindical en organizar actos de protesta que en buscar un acuerdo con la parte empresarial que ponga fin a la huelga que está suponiendo una importante pérdida económica a aquellos trabajadores que a día de hoy la están secundado”. También critican que los trabajadores “se hayan reunido con distintos alcaldes y con el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, solicitando la convocatoria de una reunión, y cuando esta se anuncia, reiteren la inflexibilidad de sus posiciones”. Conde se reunió anteayer brevemente con los empleados en una visita al Polígono de San Cibrao.
El BNG alaba la “valentía dos traballadores” y pide una solución
El grupo municipal del BNG expresó, a través de la diputada Noa Presas, su “apoio e solidariedade” con los trabajadores del metal, y animó a la sociedad ourensana a participar en la manifestación prevista para el próximo miércoles a las 11:00 horas desde la casa sindical.
Presas elogió la “valentía dos traballadores e traballadoras que, en condicións moi precarias, tomaron a decisión de defender os seus dereitos ante unha situación precaria e insostible, un exemplo de loita que defende, por extensión, a dignidade do resto da clase traballadora”. Asimismo, recordó que “a negociación dun novo convenio colectivo é fundamental para non deixar á xente á intemperie nunha crise de prezos que está afogando os fogares e que en Ourense é máis intensa que no resto de Galiza e do Estado”. Por esto, señaló, “a situación ten que ter unha saída negociada e para iso é preciso que cesen o inmobilismo da patronal e o pasotismo da Xunta”.
