Las científicas del futuro exponen en Galiciencia

El director-gerente de la Tecnópole, Javier Taibo, incide en la importancia que este evento tiene para el parque, ya que “hemos tenido experiencias de gente que ha salido de la feria y ha desarrollado la web que utilizamos para valorar los trabajos, trabajando en el sector tecnológico o con los monitores que tenemos en el Aula Newton”. También subraya que el objetivo es “incentivar en los más jóvenes el interés por las carreras científico-tecnológicas”. Actualmente, esta es la tercera feria de este tipo más importante de España y Taibo tiene como objetivo “dejar de ser referente solo a nivel gallego y reducir la brecha con las ferias de Bilbao y Barcelona, que son las más importantes de España, atrayendo cada vez a más gente”.

Los proyectos

Aitana Sierra y Ana Otero, del colegio Miraflores, presentaron un experimento en el que introducían metales oxidados en diferentes refrescos para ver como actuaban sobre el óxido. “Sabíamos do dito de que a Coca-Cola quita o óxido e quixemos poñelo a proba”, explicaban. Tras probar con diferentes refrescos, comprobaron, para su sorpresa, que el que mejor efecto tenía sobre la herrumbre era el Aquarius, “no que non confiábamos moito”.

Alexandra Gestoso y Noa González participaban como alumnas de Primaria del colegio Alborada de Vigo y presentaron su estudio sobre qué uva tiene más alcohol: la blanca o la tinta. Las dos jóvenes científicas resumían todo el proceso de fermentación realizada con las uvas y pudieron comprobar que “la blanca tiene más alcohol que la tinta”.

Malak Essiba y Alba Esteban exponían cómo realizar un filtro de agua “de forma caseira e con materiais de fácil acceso”. Como demostración, tomaron agua contaminada con microplásticos, plásticos y demás residuos para pasarlo por un filtro de “areas finas e grosas, pedras finas e grosas e carbón activado” para depurar el agua.

Leire Rodríguez y María Gómez son alumnas de las Aulas Newton de la Tecnópole y su proyecto tiene como eje angular las luces led. Crearon lámparas y aprovecharon el bajo consumo y la adaptabilidad de esta tecnología para crear un traje lleno de bombillas para realizar coreografías con luz: “Programamos cada baile con un ordenador para que los ciclos cambien con el ritmo de la música.

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