Semana Santa en Ourense

Las Cofradías ourensanas, pasión, historia y hermandad

Cofradía Santa Marta de Velle, en la procesión de Viernes Santo de 2019.
photo_camera Cofradía Santa Marta de Velle, en la procesión de Viernes Santo de 2019.

Estamos a las puertas de comenzar a celebrar en la ciudad de Ourense la “Semana Santa”, y ello me impulsa a compartir una serie de reflexiones en torno a ella, desde la humildad de mis propias vivencias como católico.

En la Semana Santa, los creyentes vamos a rememorar la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, acontecimientos que para nosotros han significado la Salvación, pues como señala el Evangelio de San Juan: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.”

Les invito a que, entre todos nosotros, como pequeños eslabones de una larga cadena que nos vincula con los primeros seguidores de Jesús, transmitamos esta gran noticia de la Salvación a nuestros hermanos, en nuestros lugares de trabajo, en nuestros hogares, en nuestras familias. Compartamos este tesoro que es la Fe, de una forma pública, en el templo y en la calle, sin miedos ni complejos, participando en todas y cada una de las celebraciones litúrgicas que darán sentido a esta Semana Santa, firmes en la Fe.

Ustedes tienen ahora la responsabilidad de hacer llegar a otros este anuncio de la Pascua de Cristo. Un instrumento útil para ello son nuestras Cofradías Penitenciales. No piensen que en nuestra ciudad no existen, o que no tenemos tradición. Probablemente les sorprenda saber que la Cofradía del Santo Cristo de Ourense hunde sus raíces más profundas allá en el siglo XIV, o que los Padres Franciscanos, principales impulsores de la devoción a la Pasión de Cristo desde su llegada a Ourense en el siglo XIII, alentaron la fundación de la que fue la principal Cofradía durante mucho tiempo: “la Cofradía de la Santa Vera Cruz”, a la que siguieron la de la Virgen de los Dolores y la de Santa María Madre y Santa Resurrección, con gran influencia en los siglos XVIII, XIX y primera mitad del siglo XX.

Para darnos cuenta de la importancia que necesariamente han tenido en el corazón de los vecinos de Ourense las celebraciones de la Pasión, basta contemplar las sagradas imágenes que el Viernes Santo por la noche salen de la Santa Iglesia Catedral en la Procesión del Santo Entierro, momento cumbre de las celebraciones populares de la Semana Santa en nuestra ciudad.

Esta breve mirada hacia un pasado no tan lejano, en el que Ourense vivió con humildad, pero al mismo tiempo con esplendor, las manifestaciones de piedad popular de la Semana Santa, debe servirnos a todos, y especialmente a los laicos, desde nuestras comunidades parroquiales, a retomar el camino. 

Existen a día de hoy Cofradías en la ciudad de Ourense que, aun pobres en recursos económicos, son inmensamente ricas en espíritu de hermandad. Hablamos por ejemplo de la Cofradía del Paso de Jesús Nazareno con sede de la parroquia del Sagrado Corazón de A Carballeira, de la Cofradía del Paso del Santo Cristo con sede en la Parroquia de San Pío X en Mariñamansa, o la última en ser fundada, la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón con sede en la Parroquia de Santa Marta de Belle que este año cumple ya diez años de andadura. 

Debo decirles que ser cofrade no consiste en vestir de una manera determinada, ni en llevar anudada al cuello una determinada medalla. El ser cofrade implica sentimiento de pertenencia a la Santa Madre Iglesia, implica colaboración en la tarea de Evangelización, implica responsabilidad, pero sobre todas las cosas, implica el compromiso de vivir durante todo un año – y no sólo durante la Semana Santa- como Jesucristo nos enseñó. Cuando los cofrades vestimos nuestras túnicas, capirotes y medallas para salir en Procesión es porque queremos acompañar a Cristo en su Agonía, y a María Santísima en su Dolor. Estas vivencias personales se complementan con el sentimiento de hermandad propio de las Cofradías, verdadero punto de encuentro de la comunidad, donde todo: oración, venturas y necesidades, se comparte. 

Les animo pues, a formar parte, y a tomar partido por las Cofradías Penitenciales, a participar en las actividades que en ellas se organizan, a sentir el auténtico espíritu de la Semana Santa, y cuando llegue el momento, a colaborar en las tareas de organización de las actividades litúrgicas de la Semana Santa allí donde sean requeridos. Ojalá que, tras participar en los actos de la Semana Santa, todos podamos decir en estos días que sentimos a Dios vivo en medio de nosotros, sabedores de que (como dijo Santa Teresa de Jesús) “quien a Dios tiene nada le falta. Solo Dios basta”.

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