La obligación de abonar 150.000 euros a la inmobiliaria Proavia antes del día 15 requiere del aval de la Corporación a una modificación de crédito, para la que el alcalde ha pedido el apoyo del PP
Ni pleno de trámite, ni –posiblemente– el último del mandato. El Concello celebró ayer la última sesión ordinaria correspondiente al periodo 2011-2015 sin abandonar el clima de críticas entre grupos y con reiteradas alusiones de unos y de otros al carácter "electoralista" y "oportunista" de las cinco mociones que fueron debatidas en sus más de tres horas de duración.
Roto el tradicional 'pacto de no agresión' en la sesión de despedida, el PP llevó tres iniciativas para su debate plenario, mientras que el BNG hizo lo propio con dos, lo que provocó que a las primeras de cambio, DO abandonase el salón de plenos. "Nadie nos avisó de que no sería un pleno simbólico", reprochó el portavoz independiente, Gonzalo Pérez Jácome.
Los votos a favor de populares y nacionalistas sacaron adelante una moción del PP que instaba al Concello a que se comprometiese a realizar el pago de los intereses de demora a la inmobiliaria Proavia, que ascienden a 148.000 euros, y que según una resolución judicial deberán ser abonados antes del próximo viernes, día 15.
El portavoz municipal popular, Rosendo Fernández, alertó de que "existe o risco real de que as contas municipais poidan quedar embargadas a partir do vencemento do prazo" si el Concello no abona antes la cantidad exigida, y centró sus críticas en el alcalde, Agustín Fernández, de haber generado con la tardanza en el pago una cantidad "que se deberá aboar dos petos de todos os ourensáns".
Por su parte, el regidor garantizó que se están dando "os pasos precisos para pagar o máis pronto posible", para lo que tanto el juez como la empresa "están sendo xa informados". Agustín Fernández justificó la demora como una consecuencia de la decisión del Concello de incluir este pago dentro de los presupuestos municipales –que no se aprobaron–, y con el objetivo de realizarlo antes del próximo viernes, apeló a la "colaboración" del PP para sacar adelante una modificación de crédito. Este trámite requeriría de la convocatoria de un pleno extraordinario.
No prosperó por los votos en contra de PSdeG y BNG una moción popular que pedía al Concello que solucionase la situación contractual del servicio del funcionamiento de los semáforos de la ciudad, que concluye el próximo día 19, después de que el Concello no hubiese solicitado una prórroga con seis meses de antelación, tal como establecían los pliegos del contrato. "A empresa solicitou prorrogar a concesión con sete meses de antelación", criticó Rosendo Fernández, a lo que respondió el alcalde que "non tivemos marxe de tempo para cumplir todos os trámites", afirmando que la prórroga de la concesión se mantendrá "con carácter tácito" aun pasado el día 19. Por su parte, la portavoz del BNG, Susana García, criticó la moción popular, señalando que su voluntad de mantener la concesión "supón que un servizo siga privatizado".
