EN LA CIUDAD

Urbanismo precinta el cuarto local en Ourense en dos meses

Fachada del bar, ayer por la tarde, horas antes de ser precintada (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Fachada del bar, este lunes por la tarde, horas antes de ser precintada (MARTIÑO PINAL).
Desde el gobierno local señalan que el local está habilitado como café bar

El goteo de cierre de locales nocturnos continúa en la ciudad. La Policía Local precintó esta madrugada, por orden de la Concejalía de Urbanismo, el bar Mum, ubicado en la calle Gravina del Casco Histórico. El establecimiento operaba como pub hasta bien entrada la madrugada, pero su licencia era de café bar. "Cada local tiene que adaptarse a su licencia y cumplir la ley, sigo con el empeño de que todos los establecimientos de la ciudad la cumplan", recuerda Sonia Ogando, edil de Urbanismo.

En septiembre de 2019, el Concello notificó al dueño del local una orden de suspensión de actividad tras detectar la falta de una licencia apropiada. El establecimiento, no obstante, permaneció abierto los próximos meses, en los que la Policía Local constantó varias veces que seguía ejerciendo como café bar especial de forma irregular. Desde el regreso del ocio nocturno tras la crisis del coronavirus, el pasado mes de julio, el local todavía no había vuelto a abrir sus puertas.

Desde la Asociación Vecinal O Cimborrio aseguran que la actividad ilegal se remonta, como mínimo, al año 2016. "Es un local sin medidas de aislamiento acústico, con un potente equipo musical, ejercía la actividad con las puertas abiertas, sin control del aforo, llegando a utilizar el espacio exterior para poner terraza sin tener licencia para ello", resaltan. 

Más cierres

Con este son cuatro los locales precintados en dos meses en la ciudad por incumplir con su licencia. El cierre del Mum se suma al del Pico Pao Ceo (en la Praza Saco e Arce), a la Botica y al Moscow (en la Plaza del Corregidor). Sonia Ogando asegura que las sanciones y los cierres continuarán para aquellos locales que incumplan la ley.

La demanda de los cierres: una historia de atrás

El cierre de establecimientos por incumplir su horario de licencia supone una demanda histórica en la ciudad por parte de vecinos y hosteleros. En el caso del bar La Botica, la historia se remonta a 2006, cuando la Xunta ordenó su cierre. Después llegaría una orden judicial y dos órdenes municipales más, pero no fue hasta el pasado 27 de julio cuando Urbanismo precintó el local definitivamente. La historia del Moscow es similar, y también la de Mum. La asociación O Cimborrio agradece el "valor" de Sonia Ogando para hacer cumplir la ley: "Algo que no hizo ninguno de los gobiernos anteriores"

Te puede interesar