La jueza del Penal 1 condenó a un año y medio de prisión y multa de 30.000 euros a Miguel Ángel B.M. por tráfico de drogas que no causan grave daños a la salud. La sentencia le impone una mínima pena porque la aplica la atenuante de dilaciones indebidas ya que la causa comenzó a instruirse en septiembre de 2018 y no fue juzgado hasta el 20 de octubre del pasado año. La jueza la aplicó la atenuante pese a que tuvo que acudir a medidas extraordinarias para celebrar el juicio ya que el inculpado se negaba a acudir a la vista oral porque no reconocía la autoridad de los tribunales de justicia españoles al declararse socio honorario de la “República Menda Lerenda”, un colectivo que nació en 1999 y con unos curiosos postulados: cada individuo es el propio territorio de la república, así como el lugar que ocupa en cada momento.
La misma jueza que ahora lo condena ordenó su detención el 16 de diciembre de 2021 al encontrarse en paradero desconocido y ser superior a dos años la pena de prisión que solicitaba el fiscal por una incautación de 44 plantas de marihuana en un pueblo de Lobios. El 2 de agosto del pasado año fue puesto a disposición judicial e ingresó en prisión provisional para que el 9 de septiembre de 2022 pudiera estar en el juicio. Ese día tampoco se puedo celebrar porque no le gustaba el abogado de oficio asignado, por lo que siguió en la cárcel hasta que, por fin,la vista se celebró el 20 de octubre. Ahora, después de más de cuatro años, Miguel Ángel, oriundo de Betanzos (A Coruña), ya tiene sentencia terrenal.
