Conductores y vecinos, alarmados por el corte de la N-120: "Pasé miedo"

La principal vía de conexión con Valdeorras acumula 10 días con un tramo cerrado y causa temor: "De noche ni se ven los baches"

El corte en la N-120 por los desprendimientos, desde Velle hasta Melias, lleva desde el 8 de noviembre obligando a desviar el tráfico por la carretera vieja (C-546) por Velle o, en el caso de los camiones, por Chantada o Trives, crispa a los usuarios. Transportistas, trabajadores que van a diario a Valdeorras, ambulancieros, taxistas y vecinos advierte de los problemas. 

"Llevo 30 años yendo a Valdeorras a trabajar, en vez de coger experiencia en educación, parece que la estoy cogiendo en conducción peligrosa, esquivando baches", apunta José Romero Cid, profesor de 53 años, que acude a dar clase al Conservatorio valdeorrés y que ahora suma los inconvenientes del más estado de la N-120 un corte que retrasa 20 minutos el trayecto. 


Más tiempo para ir a trabajar


"Si llegábamos en una hora y cuarto, ahora se demora hasta hora y media larga. Salimos a las 14,15 y estamos llegando a las 15,50 horas . Otro problema es que ahora la N-120 está a 90, aunque hay tramos donde la carretera está bien, y el tiempo es mucho más que antes", explica Raúl Álvarez, docente que va dos días por semana a la comarca valdeorresa desde hace tres años.

 El desvío de 10 kilómetros se nota en el tiempo que tardan en llegar, lo que les obliga a modificar sus horarios, pero la peligrosidad es lo que más preocupa. "El otro día tuvimos un susto, hay puentes estrechos, y el coche de adelante pegó un frenazo por miedo y casi nos golpeamos. Es una carretera un poco abandonada, y algunos prefieren ir por Chantada, porque aunque hacen más kilómetros, la carretera está mejor. Y aún no vino el invierno", relata Álvarez.

Creen que esta carretera no cumple las condiciones para servir de alternativa a la N-120. Pese a que no pasan camiones, sí lo hacen las ambulancias o minibuses que llegan de Valdeorras. Los conductores de transporte sanitario ya advirtieron de que se incrementan los tiempos para trasladar a enfermos al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). 

Mientras, los transportistas apuntan a sobrecostes de 40 litros por el desvío. Algunos van por Chantada, desvío para el tráfico pesado,  otros optan por la OU-536, por Trives.


"Non pode ser alternativa"


Los vecinos de los pueblos de la carretera vieja advierten de los peligros. "Esta estrada está completamente abandonada, piso deforme, cunetas sen limpar, a auga sae á estrada, sen desbrozar, aceras deterioradas...Se pretende que sexa unha alternativa para cando non se poida usar a N-120, porque os da zona sabemos que vai seguir pasando, os derrumbes vanse seguir producindo cada pouco, debería estar en bo estado", apuntaba Juan Antonio Marcos, vecino de esta zona.


Miedo en el autobús


Los usuarios que llegan desde Valdeorras en transporte público también sufren las consecuencias. Autocares Sánchez sigue haciendo el transporte desde esa comarca aunque los minibuses se desplazan ahora por la carretera vieja en el tramo cortado. "El otro día pasé miedo, al llegar a los puentes estrechos no cabían dos vehículos. Tardamos más en hacer el recorrido, y al llegar a la estación perdí el autobús urbano habitual, y tuve que coger un taxi", relata Antonia Fernández, vecina de A Rúa. 

La peligrosidad y el mal estado de la C-546, que obligó a Pereiro de Aguiar a solicitar la cesión de su titularidad, ya  jugó malas jugadas la pasada semana, cuando un coche se accidentó al producirse desprendimientos por el temporal. 


Los usuarios, crispados: “Esto es tercermundista"


Los conductores piden que se actúe para evitar que el desvío se alargue en el tiempo como y para arreglar la N-120–"ya me conozco los baches de memoria", dice Romero–. "Este desvío nos afecta, lleva más tiempo. Siempre hubo derrumbes, tenía que haberse actuada hace años. La N-120 muestra  un estado de vergüenza, está abandonada, al volver a la ciudad no se puede adelantar, hay doble línea continua, y la gente comete infracciones al perder la paciencia. Ahora pasamos por una carretera con animales salvajes, baches...", lamenta.

"El último día, el viaje desde Monforte, que era de 25 minutos, ya llega a los tres cuartos de hora. Es tercermundista, es incomprensible que lo permitan con el transporte sanitario y que haya estas comunicaciones a una zona de tanto potencial económico", añade. 

"Por las noches, cuando llueve o hay niebla, la carretera vieja es peligrosa, no se ven los baches. La N-120 está bastante abandonada, no solo el desvío, al pasar Monforte para adelante es una odisea. A las noches, al volver, desde el Alto de Guítara es otra odisea, no hay forma humana de adelantar. El viaje se hace duro al volver de noche, viajamos entre varios que trabajamos allí. Si tuviera que ir solo, me lo replantearía. Vas pendiente de los baches, del coche, de los radares. Vas en tensión todo el viaje", subraya Álvarez. 

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