La tensión crece entre los policías locales de la ciudad y el Concello de Ourense. El pasado miércoles, el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Fernández, trasladó a los sindicatos del cuerpo policial la decisión del alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, de retirar las horas extra periódicas que los agentes realizan desde 2022.
En abril de ese año, la mesa general de negociación aprobó que los funcionarios de la Policía Local trabajaran en turnos de 12 horas durante tres jornadas consecutivas para luego descansar cinco días seguidos. Al haber más días libres, se instauró un “refuerzo de servicios” sistemático las noches de los jueves, viernes y sábados, al que los agentes se apuntan para cobrarlos como horas extraordinarias. Este sistema cuesta cada año miles de euros a las arcas municipales (solo en 2023, los agentes realizaron servicios extraordinarios por valor de 393.575 euros). Por ello, el Concello quiere volver al sistema anterior al acuerdo de 2022, por el que los refuerzos solo se realizan en eventos especiales, como Entroido, San Martiño o el Rallye de Ourense.
Pero el Sindicato Profesional de Polícias Municipales (SPPM) movió ficha y amenazó con “reventar” el Entroido y encargarse de que ningún agente reforzase los servicios durante los días de la celebración. En respuesta, el Concello reculó y, al menos hasta que pase el Entroido, continuará el sistema de “refuerzo de servicios” puesto en marcha en 2022.
Falta de acuerdo
Los agentes ya han manifestado su desacuerdo con la decisión del gobierno local. La mayoría de los policías defiende el cuadrante aprobado en mesa de negociación en 2022, con Telmo Ucha como concejal de Seguridad Ciudadana. El sistema permite casos paradigmáticos, como el de un agente que acumuló cerca de 11.045 euros en 2022 en servicios extraordinarios, tras realizar 363 horas, cuatro veces más del límite máximo de la normativa laboral española general (80 horas).
