La crisis del pequeño comercio en Ourense: cada semana al menos uno echa el cierre

Locales vacíos en unas galerías comerciales del centro de la ciudad.  JOSÉ PAZ
photo_camera Locales vacíos en unas galerías comerciales del centro de la ciudad. JOSÉ PAZ
La provincia perdió más de 800 negocios en la última década, aunque en el 2022 se registró la menor caída desde el 2017

El ambiente de compras de Navidad y Reyes, al que ahora se sumará el de las clásicas rebajas de enero, da una pequeña tregua a un sector mermado por sucesivas crisis.

De hecho, el 2022 se cerró con la menor cifra de autónomos de Ourense, precisamente, por la caída del comercio, que es el que más trabajadores por cuenta propia pierde. Según los datos del Directorio Central de Empresas (Dirce) del Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia de Ourense tenía en 2012 un total de 4.599 comercios de proximidad. Una década después, en 2022, últimos datos disponibles, son 3.782 los pequeños comercios, 817 menos.

Ourense pierde, de media, uno de estos negocios a la semana. El año anterior a la pandemia es el más dramático: del 2019 al 2020, echaron el cierre 187 comercios. En la época del covid, del 2020 al 2021, fueron 127 los que bajaron la persiana. Según esta estadística, la caída se frena mejor en los últimos tiempos y permite una pequeña esperanza: del 2021 al 2022 se cerraron 68 negocios, prácticamente la mitad de los que venían cerrando en los ejercicios anteriores.

Sin embargo, la constante subida de los precios, con las facturas básicas engrosadas, obliga al emprendedor a dedicar más partidas de dinero a estos gastos básicos y reducir las ganancias que empezaban a crecer tras dos años de pandemia y limitaciones. Las rebajas, que hace tiempo ya pueden aplicarse en cualquier época del año, son un pequeño alivio para el comercio en estas fechas posnavideñas en las que el consumidor apuesta por los descuentos.

Nuevas ayudas

Beatriz Gómez, presidenta de la Federación de Comerciantes de Ourense, cree que las ventas del año que cierra “han llegado a las que había en prepandemia”, pero “los gastos fijos han subido mucho y el porcentaje ganancial es más débil”. Aunque quiere ser optimista, “aperturas, por desgracia, hay pocas. Emprender es complicado y hubo muchos cierres”. Apunta en concreto a negocios históricos: “Notamos que muchos adelantan la prejubilación porque no hay continuidad generacional”. En el caso de la ciudad, la sangría de cierres se nota más en el Casco Histórico, aunque esta es una tendencia ya anterior a la pandemia.

En cuanto a las medidas de ahorro energético a las que está obligado a adaptarse el comercio, con importantes desembolsos de dinero, Gómez asegura que la semana pasada mantuvo una reunión con representantes de la Xunta en la que le adelantaron que habría ayudas para que este cometido sea más llevadero a los empresarios. “También para digitalización”, añade la presidenta de los comerciantes, que pide “apoyo” de la sociedad porque “si el comercio cierra, las calles están tristes”. 

Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Centro, constata que “hay cierres, pero muchos por jubilaciones y no continúan para no arriesgarse, por ejemplo, a pagar rentas altas”. En cuanto a la campaña navideña, solo desde su asociación pasaron más de 800 personas por las actuaciones de magia para dinamizar el comercio en estas fechas festivas, “por lo que esa gente tuvo que pasar por el comercio en Navidades”. 

Fuera de la ciudad, el comercio local de Verín vivió un año de recuperación tras los dos años marcados por la pandemia. Buena prueba es la campaña navideña: “Foi boa, percibimos que a xente está máis comprometida co comercio local e as tendas venderon máis”, explica José Ángel Rodicio, gerente de la Asociación de Empresarios de Verín (Aever).

En el oriente ourensano, el comercio de O Barco también considera que 2022 fue el año de la recuperación, en el que volvieron a las cifras de antes de la pandemia en cuanto a ventas. Desde el Centro Comercial Aberto O Barco llamó la atención que los clientes adelantasen sus compras navideñas, iniciando la campaña en los primeros días de diciembre. En todo caso, aseguran que las cifras de la Navidad anterior fueron “igualadas o superadas”, en lo que consideran que es “una muestra de la apuesta de la población por el comercio de proximidad”.

En Xinzo, la presidenta de Prolimia, Concepción Conde, afirma que hay “satisfacción” en el comercio local con el cierre de 2022. “Temos a sensación de que non notamos tanto o tema da competencia de Amazon e similares”, destaca la presidenta de Prolimia. “En ventas o ano foi bo, e a campaña do Nadal foi boa”, añade.

En Allariz, desde el departamento de Promoción Económica, el balance navideño ha sido positivo y a ello han contribuido diferentes iniciativas puestas en marcha desde el ente local. Este final de año también abrieron nuevos establecimientos comerciales y hosteleros en Allariz, lo que permite una sonrisa a los comerciantes.

Isabel Rodríguez, gerente de los Establecementos Asociados do Ribeiro, también constata “algún peche por xubilación no 2022”, pero el año “foi bo nos meses puntuais de venta e un inverno peor polas subidas de luz e materias primas. E os clientes, por tanto, tamén consumen menos”. 

Desde Carballiño, la gerente del Centro Comercial Aberto, Noelia Mares, declara que el comercio “se mantiene” tanto en número de establecimientos como en ventas, pero admite que hubo “bajón” en otoño y espera “repunte” en Navidad “pese a la subida de los precios”.

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