El concello de Ribadavia está viviendo una situación “crítica” por la acuciante escasez de agua que se vive en el municipio y que está afectando a cerca de 4.500 personas. Esto ha llevado al Gobierno local a comenzar a repartir agua a los vecinos más afectados por la falta de suministros. Desde hoy a las 8,00 horas comenzará a dispensarse en la sede de Aqualia, en la calle Yáñez.
Por otra parte, la empresa de agua municipal ya trabaja en lograr la recuperación del depósito de Franqueirán. Esta empresa indicó recientemente que esta obra va “máis lenta do previsto” y que, en la primera noche de corte, “non se conseguiu recuperar o subministro nalgúns puntos”. Para que los vecinos comprendan la magnitud del problema, la concesionaria informó que estiman un consumo de 70.000 litros por hora en la villa. Desde el Concello también han tramitado ya la solicitud de un camión cisterna y también han realizado las gestiones con la Xunta para obtener un camión nodriza -que tiene una mayor capacidad de almacenamiento- para el consumo humano.
También se trabaja, en colaboración con la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y la concesionaria del agua, la tramitación de una concesión temporal urgente y una nueva captación en otro río del municipio para llegar a núcleos totalmente desabastecidos.
Además, en la noche del jueves comenzaron los cortes nocturnos del suministro de agua, entre las 23,00 y las 7,00 horas, además de estar prohibido lavar coches y patios, los baldeos, llenar las piscinas o los usos agrícolas como el regadío. Por todas estas razones, el Concello ruega a los vecinos que adapten sus hábitos de consumo a esta “situación excepcional”.
Según el último comunicado emitido desde el Gobierno local, a zonas de la rúa Ribeiro, Carballiño, Muñoz Calero, San Paio, Ventosela, Francelos o San Lázaro está llegando “moi pouca ou ningunha auga”. Manifiestan que “as medidas que se adoptaron con anterioridade non conseguiron o obxectivo” y no garantinzan un horario para recuperar el suministro de agua a las zonas afectadas. Indican también la situación “dramática” del río del que se hacen las captaciones, el Maquiáns, que baja “seco”, situación de la que “non hai datos de que secara algunha vez na historia”.
Por su lado, los vecinos se encuentran divididos entre los que aplauden el esfuerzo del Gobierno local y los que cargan contra la “poca previsión” ante una situación que “se vía vir”.
