Cruces robadas en Carballeda de Avia, un lujo por la falta de canteros

Los vecinos de Carballeda de Avia han sufrido la destrucción y robo de las cruces de varias tumbas en el cementerio. La falta de canteros que las repongan es lo que les da valía económica, al margen de la religiosa y sentimental. “Son unos desgraciados”, define una vecina a los vándalos.

Las cruces robadas, un lujo por la falta de canteros

Las filas de nichos del viejo cementerio de Carballeda de Avia se alzan cinco metros desde el suelo y culminan en una cruz de piedra. No todos, pues la pasada semana varias fueron violentadas y las cruces desaparecieron. Otras quedaron tiradas sobre el césped o en lo alto de las tumbas.

Los daños son visibles desde la entrada, la falta de cruces en toda la parte derecha del recinto parece obra de un fenómeno meteorológico. Ayer, los vecinos de la parroquia se sucedían en el camposanto y todos intercambiaban opiniones sobre lo ocurrido. Algunos revisaban por primera vez los daños en sus panteones familiares y otros portaban escaleras u otras herramientas para tratar de recuperar los restos que los vándalos dejaron atrás.

Con dolor, aunque sobre todo con enfado, los residentes de Carballeda de Avia teorizaban sobre lo ocurrido. Avelino tiene a sus padres y tíos enterrados en este camposanto. Ayer se acercó a mirar si seguían en pie sus adornos. Relató que no es la primera vez que vive algo similar: “Solo se llevaron las de piedra igual que antaño. A mí me robaron una cruz que tenía en casa. La había colocado en la punta de un caño. Me puse a buscar por mi cuenta y apareció. Más que nada porque encontré al individuo que me la había robado. Avisé a la Guardia Civil y no tuvo más remedio que devolvérmela”, explica el residente. Según su historia, cuando los agentes entraron en su vivienda hallaron otra cantidad de cruces que el hombre -funcionario de profesión- había robado. Los vecinos señalan que su modus operandi consistía en pagar a gente para que le hiciesen el trabajo.

Ángeles, prima de Avelino, también acudió a contemplar los daños. “Son unos desgraciados”, señaló. Mientras recorre el cementerio, apunta cruces ausentes de los años 20, 30 y los 50 del siglo pasado. El párroco, Serafín, explica que el valor de estas piezas viene dado por la falta de canteros que hay en la provincia. “Ellos deciden el precio, que no suele ser muy alto, pero cada vez quedan menos”, indica. Además, añade que “no las puede hacer a mano un particular cualquiera en su casa, tienen una elaboración complicada y no quedan canteros”.

Manoli y Carmen, madre e hija, acudieron a dejar velas en el camposanto. “Se meten con todo, ¡estamos perdidos!”, exclama Carmen al preguntarle por los destrozos recientes. Su hija explicaba que “es una pena, se llevaron lo que pudieron y el resto de cosas las dejaron tiradas. Parece que vinieron con un martillo de grandes dimensiones”. Temen que puedan volver a por las aspas que quedan en pie.

No es la primera vez que ocurren altercados en un cementerio de Carballeda de Avia. “En el nuevo habían puesto unos baños en los que no tardó en aparecer gente durmiendo allí. Los hubo que cerrar”, explica Manoli.

Junto al cementerio, en una capilla cercana, también extrajeron una serie de medallas de oro que portaban las vírgenes, aunque dejaron una corona de oro, la pieza más preciada.

En Cenlle

El párroco de Carballeda de Avia alerta de que los pequeños altercados en las parroquias cercanas son comunes. La semana pasada, en Cenlle, violentaron una puerta para “robar cuatro monedas”, dijo. Opina que “la gente joven anda escasa de dinero y no tiene para tabaco”.

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