Si no das la talla, fuera

Fernando Posada y Jesús Blanco, en el rocódromo del cuartel de Pobra de Trives. (MARTIÑO PINAL)
photo_camera Fernando Posada y Jesús Blanco, en el rocódromo del cuartel de Pobra de Trives. (MARTIÑO PINAL)
El Instituto Armado es estricto con las capacidades físicas que deben tener los miembros de este equipo. Dos veces al año son sometidos a pruebas para valorar su fuerza física. Si no consiguen “pasar la ITV”, son expulsados del GREIM sin posibilidad de retorno.

Fernando Posada y Jesús Blanco estaban de turno en el cuartel de Trives esta semana. Su tarea no contempla descanso: deben estar disponibles las 24 horas por si hubiese una emergencia. Ambos se dedican a un trabajo de obligatoria vocación en el que la adrenalina y el peligro son una práctica habitual: “No hay color entre estar patrullando en la calle y pasar a hacer un rescate de montaña. Es algo que te cambia la vida”, señala Blanco. 

Para ello, ambos se trasladaron desde sus localidades natales -O Barco y Avilés- a Pobra de Trives, un destino “no apto para aquellos que les gustan las ciudades, pero donde es necesario estar para este tipo de intervenciones”, dice Posada.

Para entrar en el cuerpo es obligatorio realizar una formación de nueve meses. Durante su transcurso, ya hay que “dar la talla” porque en caso contrario  los agentes son expulsados. No están permitidos fallos relativos a la seguridad ni que pongan en peligro a otra persona.

Además, la exigencia no baja cuando consiguen ingresar. Dos veces al año “pasan la ITV” de su forma física y pueden ser expulsados si no logran  los parámetros establecidos.

Descanso activo

El entrenamiento diario es obligatorio. En períodos vacacionales o de descanso los agentes practican lo que llaman “descanso activo”, explican que “disminuir su actividad puede incluir como mínimo 35 minutos de spinning”. 

Para mantenerse en forma, cuentan con un gimnasio en sus instalaciones que ellos mismos financiaron. “Fuimos trayendo poco a poco  los diferentes aparatos o comprándolos. Cobramos una cuota a los guardias que quieran usarlo y así podemos seguir adquiriendo”, explica el responsable del GREIM. 

Además, también acuden diariamente a practicar escalada en un pequeño rocódromo. Allí pueden entrenar durante todo el año. 

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