Desbroces y velutinas ¿cómo evitar esta combinación fatal?

Un nido de velutinas en la periferia ourensana. (MARTIÑO PINAL)
photo_camera Un nido de velutinas en la periferia ourensana. (MARTIÑO PINAL)
En las vacaciones de Semana Santa, muchos ourensanos visitan su aldea y aprovechan para mantener a raya la broza que ha crecido durante el invierno. Te damos unos consejos para evitar que tus labores se vean amenazados por la avispa asiática

En los últimos años, la banda sonora de los pueblos ourensanos durante la Semana Santa es un elaborado contrapunto entre el canto de las aves y el rugido de las desbrozadoras.

Liberados de la oficina o el negocio durante unos cuantos días seguidos, un gran número de personas todavía sigue acudiendo en las vacaciones a la aldea familiar, aprovechando como puede el tiempo para controlar el desbordamiento exhuberante de las plantas en primavera. Al trabajo ya intenso de meter en cintura las silvas que ahogan media finca, se han sumado en los últimos años unas vecinas particularmente desagradables: las avispas asiáticas, vespa velutina por su ya popular nombre científico.

Cada año, los periodistas tenemos la desagradable tarea de notificar hospitalizaciones o incluso muertes por picaduras de estos insectos. Las personas alérgicas pueden tener sintomatología grave o un shock anafiláctico con sólo una picadura, pero además, la gran cantidad de veneno que inoculan hacen que unas pocas picaduras sean peligrosas para cualquier persona.

Lo mejor es prevenir

A continuación te ofrecemos unos consejos que pueden ser útiles para evitar un encuentro potencialmente letal, y te recordamos un par de cosillas más para que tus labores de desbroce no acaben en disgusto:

  • Si puedes, desbroza en invierno. El primer consejo puede llegar tarde, pero si tienes un lugar con vegetación particularmente densa, y que pueda esperar unos meses, mejor atácala durante el ciclo de hibernación de estos bichos, la época de heladas, que puede darse entre diciembre y febrero. Las avispas obreras estarán ya casi todas muertas, y las reinas en estado de letargo, con lo que la amenaza será mucho menor. Sobre todo, no desbroces en los meses de verano y otoño si no ves perfectamente lo que estás cortando. En esta época los nidos están en máxima producción y los ataques serán mucho más graves.
  • Conoce a tu apicultor local. Antes de empezar a desbrozar, puede ser interesante que tengas unas palabras con el o la apicultora de la zona. Además de sus conocimientos, pues muchos asisten a cursos de prevención y lucha contra la velutina, es posible que tengan en casa medicamentos antihistamínicos para las picaduras. Y aunque los médicos no son partidarios de recetarlas alegremente, muchos de ellos, sobre todo si son profesionales o tienen algún tipo de alergia, pueden tener a su disposición monodosis de inyecciones de adrenalina, para ejercer los primeros auxilios en los casos más graves. Unos minutos de margen que pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Ten a mano su teléfono.
  • Hablando de teléfonos, lleva siempre el tuyo cuando vayas a desbrozar, protegido, por supuesto. Y puedes instalar la aplicación de Urxencias Sanitarias de Galicia, que te permitirá llamar al 061 con un sólo clic.
  • No vayas solo. Ir acompañado puede salvarte la vida, en un ataque de velutinas, u otro accidente: resbalones, caidas... Sólo ten en cuenta que se mantenga a la distancia de seguridad de la desbrozadora, que suele ser de 16 metros.
  • Haz una inspección visual antes de empezar. Un paseo mientras miras con detalle la vegetación que vas a cortar es una práctica que debería ser ya obligatoria en quien maneja una desbrozadora. Y no sólo las plantas, ten en cuenta los aleros de los "pendellos", el interior de los hórreos. Incluso el suelo. Camina despacio, antes de atacarte en tromba posiblemente puedas ver una o dos velutinas zumbando molestas si no entras en su territorio demasiado rápido. Ten en cuenta que en primavera, además de los grandes nidos que han quedado de años anteriores, existan nidos primarios más pequeños, más difíciles de ver. Puedes considerar hacerte con una careta de apicultor para ese paseo, teniendo en cuenta que no es 100% seguro contra las picaduras de las velutinas, que tienen un aguijón mucho más grande que las abejas.
  • Cuando desbroces, lleva siempre toda la protección y ejercita la visión lateral. Si llevas el equipo completo puesto, además de tu seguridad general, minimizarás las zonas de tu cuerpo expuestas a picaduras. Lo malo es que entre el ruido de la desbrozadora y los auriculares de protección, no vas a oir el zumbido de los insectos. Por eso es importante que estés atento a manchas que pasen zumbando cerca, y que des unos pasos atrás o incluso detengas el motor cada cierto tiempo para comprobar que todo va bien.

¿Qué pasa si tengo un mal encuentro?

Si a pesar de todo esto te encuentras con un nido de velutinas, o te pica alguna de ellas, esto es lo que tienes que hacer:

  • En primer lugar, huye. Utiliza el sistema de seguridad del arnés para desprenderte de la desbrozadora y corre lo que puedas, unos cientos de metros si es posible, hasta alejarte del lugar. Mejor que te pique una o dos que te pique el enjambre entero. Grita para que te escuche tu acompañante y se vaya también del lugar.
  • Llama al 061 (Urxencias sanitarias) o al 112 (Emerxencias de Galicia). Te atenderán en los dos. No te confíes pensando en que "eso no es nada". Mejor prevenir. Si has hablado con tu apicultor de confianza y tiene algún remedio médico disponible, es el momento de mencionarlo a los profesionales, y que te indiquen lo que puedes hacer. Si te encuentras mal, mejor que tu acompañante haga la llamada.
  • Si tienes suerte y has visto el nido antes de ser atacado, llama al 012 para avisar para que lo vengan a retirar. Si no te acuerdas del número, en último caso en el 112 te redirigirán.

Con estos consejos podrás afrontar de forma más segura un encuentro con los temidos avispones asiáticos. Recuerda que lo mejor es siempre prevenir, un paseo de cinco minutos te evitará muchos dolores de cabeza (y de otras partes del cuerpo).

Además, recuerda hidratarte, ponerte protección solar y hacer pausas para descansar cuando desbroces. Revisa bien la máquina y asegúrate de que está en buen estado, lubricada en su engranaje y con las cuchillas bien afiladas y sin daños. Y tu finca lucirá cuidada y bien limpia... por lo menos hasta que las próximas lluvias vuelvan a activar el ciclo de la vida.

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