Ourense reduce por segunda vez durante la pandemia los casos activos, aunque también anota otros dos fallecimientos
Jornada de cierto respiro para la provincia de Ourense en la dura lucha para frenar al coronavirus tras vivir un día en el parecen atisbarse brotes verdes en los diferentes indicadores que maneja la Xunta para medir los efectos y las consecuencias de la pandemia. Por segunda vez en lo que va de crisis, los casos activos se redujeron respecto al día anterior al detectarse únicamente 13 nuevas personas contagiadas, dato más bajo que las 19 altas concedidas por los profesionales sanitarios, lo que sumado a los dos fallecimientos confirmados por el Sergas dejaba la cifra de casos activos en 1.300.
Asimismo, los 13 nuevos casos confirmados suponen que en términos porcentuales se haya registrado el segundo menor incremento de toda la serie histórica, apenas un 0,77%, una centésima más que el mejor dato hasta la fecha. En la jornada de ayer, solo Santiago fue capaz como Ourense de reducir los casos activos, volviendo a mostrar síntomas preocupantes el área de A Coruña, donde en los últimos días se está percibiendo una mayor incidencia del coronavirus, consolidándose como la zona con más casos absolutos, aunque en la incidencia relativa sigue a la cabeza Ourense.
Mejoría en hospitales
Por su parte, además de disminuir la propagación de la enfermedad en la provincia, la situación también está mejorando en los hospitales, recuperando una situación que no se vivía desde principios de abril, ya que la cifra de hospitalizados ha caído por debajo de las 170 personas, de las que 140 están en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), 9 en Valdeorras y 7 en Verín, mientras que las instalaciones de Cosaga continúan acogiendo a un paciente con el virus.
Es también más halagüeña la situación de la UCI, dado que la cifra de pacientes que requieren atención en cuidados intensivos ha bajado a 15, algo que no se veía desde el 31 de marzo. En todo este tiempo se llegó a tratar a 23 enfermos en esta unidad.
Parámetros
Controlar la propagación del virus en personas hasta ahora libres de contagio, reducir la carga hospitalaria y la presión sobre las UCI es algo fundamental para encarar con optimismo la anunciada fase de desescalada a partir del 9 de mayo, dado que la hoja de ruta del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas tendrá estos factores sobre la mesa para empezar a decidir las medidas a adoptar y, al ser un procedimiento asimétrico, en qué territorios se podrán poner en marcha para tratar de caminar hacia la normalidad en el plazo más breve de tiempo. De mantener esta tendencia, Ourense habrá avanzado mucho para ajustarse a las normas que dicten las administraciones, siempre con el visto bueno del Gobierno central, encargado de gestionar el proceso de desconfinamiento.
Malas noticias
La peor noticia de la jornada fue que la lista de víctimas consecuencia del coronavirus siguió creciendo, al confirmarse la muerte de otras dos personas que sitúan el balance total de la pandemia en 104. Según informó la gerencia sanitaria, los casos detectados ayer se corresponden con una mujer de 97 años que estaba ingresada en el CHUO y una mujer de 87 años que se encontraba en el Hospital de Verín, ésta sin patologías previas conocidas, precisaron fuentes sanitarias.
Ayer, por su parte, no hubo que lamentar defunciones en centros de la tercera edad, ni en Ourense ni en Galicia. El total de víctimas de la Comunidad ascendía a última hora a 504 casos, con apenas seis fallecimientos contabilizados en 24 horas, la cifra más baja desde el 25 de marzo.
Geriátricos estabilizados
La situación en los centros de mayores continúa también estabilizada, con los principales focos detectados en su momento sin alteraciones e incluso concediéndose ya altas a usuarios, como las cuatro de la residencia Nuestra Señora de Fátima de O Barco, que no fueron las únicas, ya que también están curados usuarios de Chandrexa y San Martiño de Nogueira de Ramuín y dos trabajadores de Divino Maestro y Os Gozos.
Según el parte difundido ayer por la Xunta, hay 246 residentes infectados y 110 empleados, sumándose los centros Hermanos Prieto de Carballiño, Pena da Sela de O Irixo y Virxe Clamadoira de Muíños. En estos momentos, hay 22 geriátricos con casos controlados. Familiares de residentes del geriátrico San Carlos de Celanova, junto con la Federación Galega de Usuarios e Familias de Residencias de Maiores, han vuelto a exigir la intervención del centro por parte de la Xunta, advirtiendo del déficit de personal y del riesgo que supone que convivan en las mismas instalaciones positivos con residentes no infectados.
