Diego Carbajosa, socio de Nukloo, la empresa que hace de intermediaria entre los conductores procedentes de Perú y distintas empresas, reconoce que los planes y plazos que se habían marcado a la hora de poner en marcha esta iniciativa no se han cumplido. Define el proyecto que comenzó en agosto de 2023 como “un piloto” en el que se han encontrado con problemas en Extranjería debido al cambio que supone pasar de un visado de estudiante a uno de trabajo. Quitando esa excepción, defiende en todo momento la transparencia de su procedimiento. “Hacemos en Perú una selección con dinámicas de grupo, y estamos también en contacto con las familias”, explica Carbajosa, “les pedimos tanto el currículum como los certificados y permisos de conducir y deben tener sus pasaportes en regla. También les asesoramos sobre los certificados necesarios para venir a España”, añade.
En lo que respecta a la formación, con la que Apetamcor, la patronal del transporte, ha colaborado; sí echó en falta más apoyo institucional porque “nos reunimos con la Conselleira de Emprego (Elena Rivo en aquél momento) para ver si nos ayudaba con los CAPs (el permiso de conductor profesional) y el canje de los permisos, pero nada. Esperábamos más apoyo” se lamenta, antes de añadir que en otras comunidades “no hemos tenido problemas de ningún tipo con la documentación, pero Extranjería nos pide certificar que los conductores van a trabajar en Ourense”, en referencia a las trabas que están sufriendo.
Para facilitar la estancia de los trabajadores, Carbajosa negoció unos precios de 13 euros diarios en el hotel de Baños de Molgas, y les presta apoyo psicológico gracias a integrantes del equipo de Nukloo. “Somos nueve personas, y estamos siempre en contacto con los trabajadores, e intentamos ayudarles en lo que podamos con las formaciones”.
