El Samaín se ha convertido en una de las fiestas más populares del otoño. En los últimos años, esta celebración llena de calabazas, disfraces y terror ha ido conquistando a público de todas las edades. Los usuarios de las residencias de la Fundación San Rosendo también han querido sumarse a la fiesta.
En todos los rincones de la provincia, los mayores y los trabajadores de los centros participaron en diferentes actividades de celebración de la fiesta de los muertos. Hubo talleres de manualidades, vaciado de calabazas, disfraces y tocados, adornos por todas las residencias e incluso se animaron a preparar una queimada para espantar los malos espíritus.
Todos juntos disfrutaron de una jornada llena de sustos y diversión. Algunos centros, como la residencia Nuestra Señora de la Esperanza de Ourense, incluso se animaron a preparar una animada coreografía.
Pero la ilusión por el Samaín no fue solo cosa de un día, sino que los usuarios de las residencias de la Fundación San Rosendo estuvieron semanas preparando las decoraciones, recortando dibujos, tallando calabazas y dándole forma y color a los sombreros con los que sumarse a la fiesta. De esta forma han dado la bienvenida al mes de noviembre.