Obituario

Fallece Vidal Souto, uno de los grandes pintores de Ourense

photo_camera Vidal Souto, en una imagen de archivo. (FOTO: JOSÉ PAZ)
Fue uno de los representantes de los brotes artísticos que vivió la ciudad tras el éxito de 'Os artistiñas', grupo al que pertenecieron, entre otros, el escultor Acisclo Manzano, los pintores Xaime Quessada y Jose Luís de Dios.

José Manuel Vidal Souto (Ourense, 1948-2021) representaba los brotes artísticos que vivió la ciudad tras el éxito de 'Os artistiñas', grupo al que pertenecieron los escultores Acisclo Manzano, Buciños o los pintores Xaime Quessada, Virxilio, o José Luís de Dios. Vidal Souto comenzó, de este modo, a exponer a comienzos de los años 70. Junto a otros grandes de la pintura, como son Luis Seoane o Virxilio Fernández, Vidal Souto participó en la colección de serigrafía gallega de la mano de Álvaro Álvarez Blázquez.

Artista autodidacta

De formación autodidacta, han sido muchos y variados los espacios que han contado en algún momento con su obra y que, principalmente, se ubican en diferentes puntos de la geografía gallega como Ourense, Santiago, Vigo, Pontevedra, Tui y Lugo. Su pintura alcanzó también la Meseta, concretamente la Casa de Galicia, en Madrid. No obstante, José Manuel Vidal Souto ha firmado, además, murales en Manaus (Brasil).

La tónica que reina en todas sus obras es la de una gran multitud de figuras que sitúa y compone de manera que dejan entrever cierta denuncia social. Verdes, amarillos y rojos son las gamas cromáticas que nunca faltan en la paleta del artista ourensano.

Una crónica publicada en La Región en 1970 hablaba ya de él y de su original arte: “El joven artista orensano Vidal Souto retoma su carrera después de licenciarse, aunque no perdió el tiempo durante la mili y realizó durante la misma dos grandes murales, uno en el Campamento del Cumial y otro en Figueirido. Con estudio en Castadón y domicilio en la calle Santo Domingo, su objetivo inmediato es una exposición de tintas y esculturas en el Museo Arqueológico de Orense que tendrá lugar este mismo mes y con la que se convertirá en el primer artista que realiza esculturas en pan de millo, una modalidad totalmente enxebre con un material ‘de duración ilimitada, al no llevar pan ni levadura, siempre que esté bien cocido por dentro y por fuera’ en palabras del autor”.

Xabier Limia de Gardón, crítico de arte y colaborador habitual de La Región decía en 2014 de él a propósito de una exposición que: “Vidal Souto es un pintor autodidacta figurativo, desde la crítica social a los temas de tradiciones y mitos, con un colorismo de gran densidad matérica hacia las causas marginales, a los que añade temas de la infancia: dos puntos de vista opuestos, como el movimiento del péndulo, en uno de pintor reflexivo, pausado, en el otro que prefiere la fuerza y la acción.”

José Paz, jefe de Fotografía de La Región, lo definía como “un artista que ao marxe de pintar, sabe contar, e neste tipo de obra non se priva, é máis, diriamos que se toma a revancha”, con motivo de la entrega por parte del periódico en 2011 de una lámina de Vidal Souto, titulada “Voume”, y que reproducía un reconocido cuadro. “Falamos -añadía Paz- dun pintor de longo recorrido, coetáneo de Lamazares, Carlos Vello ou Alexandro, autores todos que deixaron pegada na cidade dende os anos 70. Estamos ante un pintor moi áxil e intuitivo, que con destreza executa ese expresionismo narrativo que lle é propio, que domina a cor e o xesto, e permanece en constante busca, un artista que se sinte artista, ás veces salvaxe, outras melancólico e ensimesmado, aínda que sempre gozoso”.

El pintor ourensano Alexandro, amigo íntimo de Vidal Souto desde la adolescencia, lamenta la pérdida de “un pintorazo, así lo tiene que recordar Ourense. Era mi gran amigo, lo quería mucho. Hemos perdido a un pintor de los grandes”.

El artistiña Acisclo Manzano, generación precedente, lo recordará como “un gran pintor, uno de los que venía pujando detrás de los artistiñas. Me trataba con mucho respeto”. Recuerda especialmente el último estudio de Vidal Souto, en Leiro. “De allí me trajo un cuadro hasta mi caso. Vino a regalármelo. Era una persona generosa, me quería”.

Denuncia social y una característica gama cromática

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 'Voume', pintada en el año 2002, una de las obras de Vidal Souto con un claro fondo de crítica social que se recibe mediante los tintes surrealistas potenciados con elementos mitológicos traídos desde la Galicia profunda

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