La mujer que apareció muerta en Carballiño acababa de casarse y trabajaba en un club de alterne

El sábado, la Guardia Civil de Tráfico localizó a una mujer de la misma nacionalidad y edad caminando en pijama por la autovía

El cuerpo de Mila Marchetti, una mujer de 38 años de origen brasileño residente en Carballiño, fue hallado sin vida la pasada madrugada en el punto limpio de la localidad, próximo a la parroquia de Seoane. Según informó la Guardia Civil, el cadáver presentaba múltiples golpes. 

La fallecida tenía una hija de 17 años y, según fuentes policiales, se había casado hacía una semana con el hijo del dueño del club de alterne Ninfas, en Listanco (Maside). Otros conocidos de la víctima señalan que Mila trabajaba como camarera y en la taquilla del mismo local. 

Un operario de residuos urbanos halló el cuerpo entre la una y media y las dos de la madrugada de ayer, tras recoger la basura en Carbaliño y verterla en la estación de transferencia de residuos urbanos, en unos contenedores de gran tamaño que  cumplen la función de llevar los residuos a Sogama. Al acercarse se percató de que había una persona sin vida y llamó a la Guardia Civil.

Durante la jornada de ayer, el equipo forense realizó la autopsia al cadáver para esclarecer las causas de su muerte, que apunta a un posible crimen por las características de su descubrimiento en el punto limpio. Marchetti presentaba numerosas contusiones y por el momento se decretó el secreto de las actuaciones. 

Como pudo averiguar La Región, en torno a las cuatro y media de la tarde del sábado, antes del hallazgo del cadáver, la Guardia Civil de Tráfico localizaba a una mujer de la misma nacionalidad y edad, caminando en pijama y con chubasquero por la autovía desde Carballiño en dirección a Maside. La mujer estaba muy alterada y asustada e intentó escapar de los agentes, que llamaron una ambulancia y la trasladaron al centro de salud. Según fuentes policiales, los indicios apuntaban a un caso de maltrato, aunque ella se contradecía en sus declaraciones.

Los homicidios y tentativas se dispararon en 2021

Durante el último año, el índice de crímenes en Ourense se disparó en relación a los anteriores. Hasta cinco personas fueron imputadas en cuatro procedimientos penales por distintos tipos de homicidio. 

La crónica más negra del 2021 comenzó la madrugada del 19 de febrero en Velle, cuando Diego Rodríguez Torres, presuntamente, aporreó la puerta de su primo -que vivía con su novia- y acto seguido los acuchilló brutalmente. Ella no sobrevivió al ataque y los forenses determinaron que el presunto autor sufre una patología mental grave. Además, había dejado la medicación. 

A este crimen le sucedió, el 9 de septiembre, el intento de homicidio de un niño de 13 años que asestó un golpe en la cabeza a su amiga porque “quería saber que se sentía al matar”, según declaró él mismo a las autoridades. Ocurrió en Carballiño y, tras un largo tiempo ingresada, la joven logró sobrevivir.  

Solo un día más tarde, encontraban el cuerpo sin vida de Leticia Magali Sanabria en O Barco. Dos meses más tarde, la Guardia Civil detuvo a dos amigas como presuntas autoras. 

El año se cerró con la detención de Cristina Rodríguez Veloso, quien confesó haber asesinado a un hombre que fue a visitarla tras mantener contacto con ella por internet. La joven, de 26 años, lo drogó, lo asfixió, lo descuartizó y lo calcinó el 24 de agosto. 

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