El actual responsable de la entidad lleva tres meses desempeñando el cargo provisionalmente
A falta de un día para la celebración de un nuevo pleno electoral en la Cámara de Comercio, Juan Carlos Parada Rúa se perfila como presidente. Es decir, seguirá en el puesto que hasta el momento ocupa, aunque lo haga de forma provisional desde que a finales del verano, el anterior presidente, Celso Barbosa, presentase su dimisión. Parada, entonces vicepresidente, tomó la máxima responsabilidad de la entidad y en ella continúa.
El día 21 de octubre se celebró un pleno en el que se pretendía elegir al nuevo presidente, pero ninguno de los miembros del pleno dieron un paso al frente, con lo que Juan Carlos Parada tuvo que continuar en el cargo, pese a que había dicho en más de una ocasión que su intención era dejarlo también.
El 7 de noviembre la Cámara convocó para mañana día 2 de diciembre el segundo pleno electoral para renovar tanto el cargo de presidente como del comité ejecutivo. Con ello se pretendía poner fin la provisionalidad de la entidad que, de todos modos, siguió desarrollando sus funciones institucionales.
Sin candidatos
Pese a que durante las últimas semanas se produjeron algunos intentos para buscar alguna persona en el pleno que pudiese asumir la presidencia, lo cierto es que finalmente ese nombre no apareció y parece improbable que lo haga en las próximas horas, aunque el reglamento de la Cámara de Comercio así lo permite. De hecho, para postularse, basta que un vocal levante la mano como candidato en el momento del pleno para que su candidatura sea sometida a votación. Con su continuidad como presidente, Juan Carlos Parada habría cumplido su compromiso de "responsabilidad" ante los empresarios.
En sucesivos encuentros con compañeros de Cámara señaló su deseo de que otro tomase las riendas, pero también aludió a que no dejaría la entidad "sin gobierno". Si finalmente se confirma su continuidad en la presidencia, deberá hacer cambios también en su comité ejecutivo. Primero porque su deseo es hacer retoques en este órgano de gobierno, y segundo porque alguno de sus integrantes han expresado también su deseo de echarse a un lado.
Parada tiene ante sí importantes retos para el futuro de la Cámara. Ha hecho un llamamiento a los empresarios para que se impliquen, pero la situación no es fácil. Está por definir la nueva Ley de Cámaras de Galicia y no es ningún secreto que el texto no garantizaría la continuidad de la de Ourense.
Tampoco es ningún secreto que la Xunta de Galicia -sobre todo su presidente, Alberto Núñez Feijoo- no es partidario de que en la comunidad haya más de una Cámara. A todo esto hay que sumar la gestión de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pesa sobre la veintena de trabajadores que tiene la Cámara de Comercio en Ourense.
