La prolongada sequía que afecta a la provincia sin tregua desde el pasado año -se decretó oficialmente en noviembre de 2011- podría dar este año un respiro a los alérgicos a las gramíneas, de prolongarse, durante la recién comenzada primavera, la falta de lluvia, al contribuir a una menor floración de los depósitos de polen.
Así lo confirmó el jefe de la Unidad de Alergias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), Carlos González, quien afirma que los pacientes alérgicos a las gramíneas -son el 90% de los enfermos atendidos por reacciones al polen- podrían beneficiarse de la menor presencia en el ambiente de este tipo de partículas.
Con todo, el doctor González hace una especial llamada a la cautela al matizar que 'es difícil hacer previsiones en nuestra zona, por la variable climatología que tenemos', y al reconocer que, de llover abundantemente en los próximos meses, la floración de las gramíneas podría 'dispararse'.
En la provincia, según el facultativo, existen dos picos de máxima presencia de polen en el ambiente, entre marzo y abril, por las partículas que desprenden al ambiente los abedules y los plátanos, y entre finales de mayo y junio, por el de las gramíneas. Mientras que las alergias provocadas por los primeros árboles apenas afectan a uno de cada diez alérgicos al polen, las que originan las segundas inciden en la salud de nueve de cada diez.
MÁS ALERGIAS POR LOS ABEDULES
Carlos González precisa que el polen de los abedules causó el pasado mes de febrero más incidencia de la habitual este año en las personas sensibles a estas partículas (no precisan abundantes cantidades de agua para la polinización), al detectarse más síntomas de los que solían registrarse otros años, en concreto, por este tipo de alergias.
El responsable de la Unidad de Alergias del CHUO recomienda a todos los pacientes sensibles a este tipo de patologías 'conocer la época de polinización de su alérgeno' y tomar medidas prácticas que contribuyen a aminorar el efecto que el polen tiene en los organismos de los alérgicos. En este sentido, indica que se deben 'evitar las salidas prolongadas al campo' cuando hay mucha presencia de partículas en el ambiente, así como cuando hay viento. También aconseja tener siempre a mano la medicación recetada por el facultativo, así como seguir sus indicaciones.
Este año, con los indicios que manejan ya los meteorólogos a falta de una predicción aún fiable (Meteogalicia prevé precipitaciones que podrían 'ser normais ou por debaixo do normal' para esta primavera, en su último informe publicado por la sequía), lo cierto es que la falta de lluvia podría mitigar el molesto moqueo y picor de ojos que padecen los alérgicos.
Estos son dos de los síntomas inoportunos que, precisamente, más padecen los que sufren de algún tipo de alergia al polen.
Con todo, el doctor González hace una especial llamada a la cautela al matizar que 'es difícil hacer previsiones en nuestra zona, por la variable climatología que tenemos', y al reconocer que, de llover abundantemente en los próximos meses, la floración de las gramíneas podría 'dispararse'.
En la provincia, según el facultativo, existen dos picos de máxima presencia de polen en el ambiente, entre marzo y abril, por las partículas que desprenden al ambiente los abedules y los plátanos, y entre finales de mayo y junio, por el de las gramíneas. Mientras que las alergias provocadas por los primeros árboles apenas afectan a uno de cada diez alérgicos al polen, las que originan las segundas inciden en la salud de nueve de cada diez.
MÁS ALERGIAS POR LOS ABEDULES
Carlos González precisa que el polen de los abedules causó el pasado mes de febrero más incidencia de la habitual este año en las personas sensibles a estas partículas (no precisan abundantes cantidades de agua para la polinización), al detectarse más síntomas de los que solían registrarse otros años, en concreto, por este tipo de alergias.
El responsable de la Unidad de Alergias del CHUO recomienda a todos los pacientes sensibles a este tipo de patologías 'conocer la época de polinización de su alérgeno' y tomar medidas prácticas que contribuyen a aminorar el efecto que el polen tiene en los organismos de los alérgicos. En este sentido, indica que se deben 'evitar las salidas prolongadas al campo' cuando hay mucha presencia de partículas en el ambiente, así como cuando hay viento. También aconseja tener siempre a mano la medicación recetada por el facultativo, así como seguir sus indicaciones.
Este año, con los indicios que manejan ya los meteorólogos a falta de una predicción aún fiable (Meteogalicia prevé precipitaciones que podrían 'ser normais ou por debaixo do normal' para esta primavera, en su último informe publicado por la sequía), lo cierto es que la falta de lluvia podría mitigar el molesto moqueo y picor de ojos que padecen los alérgicos.
Estos son dos de los síntomas inoportunos que, precisamente, más padecen los que sufren de algún tipo de alergia al polen.
