Fátima tiene listo su belén “enxebre”

Hasta los años 90, el nacimiento parroquial del santuario de Fátima, en el barrio de O Couto, se reducía al portal de Belén rodeado por una recreación de montañas en cartón y alguna figura adicional, pero desde la jubilación de José Luis Acebedo Pereira, la imaginería de este nacimiento -que acaba de rematarse esta semana- cambió radicalmente. Con la llegada de su jubilación, este vecino de O Couto fue dando rienda suelta a su vena artística, recreando en porexpan edificios y construcciones inspiradas en el rural de la provincia.

“Comencé en el año 96, ya jubilado, con la recreación de las casas, la fuente, el molino… La última incorporación, novedad de este año, ha sido el palomar. Me inspiré en uno de Pazo de Orbán, en Vilamarín. El techo es de porexpan y las paredes son un caldero de pintura, revestido con tela de saco, pintura y corcho a trocitos más pequeñas piedras”, explica Acebedo.

No es la única pieza que recrea la arquitectura del rural ourensano. “Ahí arriba está la capilla de San Benito de Cova de Lobo, y para el horno me inspiré en el de mi suegro en Carballedo, como el hórreo, y el resto de construcciones también son las que he visto en el pueblo”, señala este artista de vocación, que dedica “entre una semana o dos para hacer cada pieza, aunque alguna me llevó más tiempo; esa de ahí -apunta indicando una casa de dos pisos con escalera exterior- me llevó cerca de un mes”. Otro de los elementos de los que se enorgullece José Luis son los soportales, “que incorporamos el año pasado”.

Son sólo algunos de los detalles del belén, pero hay más, como esas cepas “de Barrantes” imitando perfectamente un bosque de carballos. “Vamos a ponerles uvas”, apunta Manuel Rodríguez, uno de los ayudantes de Acebedo.

El belén de Fátima, que nació con un portal y poco más, “cuenta este año con 16 construcciones (desde casas a molino de agua, horno comunal u hórreo) y alrededor de 200 piezas, de distintos orígenes, porque muchas son donadas por los vecinos, que después vienen a visitarlo”, explica Tito Vázquez, que junto con Rodríguez y Juan Manuel Santos han puesto a punto -“en siete días, aunque este año nos hemos dormido un poco; habitualmente tardamos sólo cuatro”, explica Rodríguez- un belén que crece año a año, guardando siempre alguna sorpresa para el vecino de O Couto y los familiares que en estas fechas regresan a casa por unos días.

Fiel a la tradición, coincidiendo con el puente de la Constitución, puede ser ya disfrutado desde este mismo fin de semana “y hasta el posterior a Reyes”.