CAMBIOS EN EL GOBIERNO AUTONÓMICO

Feijóo coloca a una abogada afín a Baltar en la Delegación de la Xunta

Marisol Díaz releva a Rogelio Martínez y su escaño en Santiago lo ocupará César Fernández, que será sustituido por Gómez Villar en la asesoría cultural de la Diputación 

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, relevó a Rogelio Martínez en su responsabilidad al frente de la Delegación territorial en Ourense por una "conveniente renovación" política e institucional, aunque admitió que la imputación de su representante en Ourense por un asunto relacionado con la gestión de fondos europeos cuando era alcalde de Arnoia, ha influido -sin ser "determinante", aseguró-; como también influyó en el caso de la delegada de Vigo, la ourensana María José Bravo Bosch, imputada en la operación Patos. 

El relevo de ambos delegados, un "cese a petición propia" según quiso defender Feijóo al anunciar formalmente los cambios en la estructura territorial de la Xunta, produce, sin embargo, otros cambios en la política ourensana.

Conduce a la ahora parlamentaria autonómica Marisol Díaz Mouteira a la dirección de la Delegación territorial en Ourense, una designación que refuerza el peso y la influencia política del presidente del partido en Ourense y de la Diputación, Manuel Baltar. Porque Díaz Mouteira (Alemania, 1967), abogada y funcionaria, es afín al actual responsable del partido, se posicionó con Baltar Blanco en el congreso provincial de 2010 y forma parte de su comité de dirección. 

De hecho, Manuel Baltar, que dijo respetar "absolutamente las decisiones de Feijóo en el ámbito de su exclusiva competencia" y reconoció el trabajo de Rogelio Martínez en la Delegación, destacaba especialmente el trabajo realizado en la administración por Marisol Díaz, "que conoce perfectamente la Delegación de la Xunta y tiene ‘vis política' para entender la realidad provincial y actuar en consecuencia". Encantado con su nombramiento, "le deseo el mayor de los éxitos porque será el éxito de Ourense". Además, la ve más bien como una "delegada de Ourense en la Xunta que de la Xunta en Ourense", conocedor como es de la labor que tendrá que realizar, ya que él mismo fue durante años delegado autonómico de Agricultura.

Marisol Díaz es parlamentaria autonómica desde junio de este año (sustituyó en el escaño a Jesús Vázquez cuando éste accedió a la alcaldía) y ahora deberá dejar su cargo, que ocupará César Fernández, actual asesor cultural de la Diputación y portavoz municipal del PP en Ribadavia. Fernández ocupará el escaño que deja libre la nueva delegada territorial y deja a su vez vacante su asesoría, que ya tiene nombre designado; Baltar Blanco nombrará sustituto del ribadaviense a Aurelio Gómez Villar, exconcejal en el Concello de Ourense y presidente de la Federación de Comercio de la provincia. 

La nueva delegada territorial, que tomará posesión previsiblemente el martes, tras su cese como parlamentaria, aseguró en unas primeras declaraciones que relaciona su nombramiento con su dedicación al trabajo porque "si por algo se me identifica es por eso"; aunque precisó inmediatamente que es un equipo el que saca adelante esa responsabilidad: "A nadie se le escapa que esto no pide hacerlo uno solo si no está rodeado de personas".

Para ella, ser delegada territorial supone "una mayor responsabilidad", aunque de eso ya sabe porque, como delegada de Xustiza primero y después como jefa territorial de Educación y de Vicepresidencia, y secretaria territorial desde enero a junio de este año, conoce perfectamente los entresijos de la Delegación que dirigirá. 

Feijóo, que dio a conocer el relevo de ambos políticos ourensanos en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, precisó que los dos le trasladaron "hace tiempo" su "permanente disponibilidad" a abandonar el cargo. Preguntado acerca de si influyó su condición de imputados, aprovechó para diferenciar su actuación de la de otras instituciones, como el Concello de Vigo, cuyo regidor, el socialista Abel Caballero, también está imputado en la operación Patos. 

En este contexto, y respetando la presunción de inocencia de los altos cargos, precisó que en su decisión "todo influye, nada es determinante pero sí influye. Influye esto, los ciclos políticos y lo que se considere en el momento oportuno. Hay gente que respondió de una forma y otros, de otra", añadió Feijoo, que mantuvo siete años en el cargo a Rogelio Martínez, que ya estaba imputado entonces.

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