El ourensano Adán Iglesias Barros intentó volver de Devon (en el condado de Exeter, en Reino Unido) tras el inicio de la crisis del coronavirus, pero no fue posible. Desde allí felicitó ayer de forma telemática a su madre, que reside en la provincia, a través de videollamada, una por la mañana y otra por la tarde. "Ahora es lo que toca, hay que resignarse", señala. Por el momento desconoce cuándo podrá volver a España, por lo que procura tomarse con calma la distancia de sus seres queridos y no perder el contacto a pesar de la distancia física. De estar aquí, habría tocado comida familiar. "Hago muchas videollamadas, tanto con amigos como con mi pareja y mis familiares. La verdad es que nunca perdí el contacto, llevaba dos semanas en la ciudad cuando empezó todo, aún estaba empezando", relata.
La celebración del Día de la Madre, en su familia, también conllevó un regalo especial para su abuela, muy acaído en tiempos de coronavirus. "Le regalamos un smartphone para que pueda estar en contacto con todos, un bonito regalo en este día", detalla. Ella agradeció el regalo vía nota de voz a sus hijos y nietos, a falta de la posibilidad de encontrarse en persona, por ahora. Iglesias cobra por el momento el 80% de su salario: "Parece que hasta el 30 de junio o así no van a abrir restaurantes, si no abren ellos tampoco los hoteles y tampoco creo que los vuelos internacionales".
