Fernando Serrulla, antropólogo forense: "Los dientes son los huesos que nos dan más información personal

Fernando Serrulla es un referente de la antropología forense a nivel internacional. Desde su pequeño laboratorio de Verín recibe casos de toda la comunidad: en algunos necesitan su consejo y otros son complejos y mediáticos, como el de Diana Quer. Además, cada vez que aparecen restos humanos en la provincia, él aparece en escena. Una casuística que se repite cerca de 30 veces al año. ¿Qué ocurre cuando aparecen huesos en Ourense? Cada vez que aparece un cadáver tiene que intervenir el Instituto de Medicina Legal. La Guardia Civil nos avisa y acudimos al levantamiento. Activamos un protocolo, pero es diferente al que se aplica cuando es un cuerpo “normal”. Estos casos llevan mucho más tiempo porque generalmente los huesos no están juntos, están quemados o falta el cráneo. ¿Cuál es el procedimiento a seguir? Lo primero es saber si son humanos. A partir de ahí, se contrastan los casos de desaparecidos por la zona con la Guardia Civil. Una vez reunida la información, se procede a levantar el cadáver de forma arqueológica. Se delimita la zona, se limpia, se buscan los huesos que faltan (las costillas, el cuello y el cráneo son fundamentales para conocer la causa de la muerte), se visita el domicilio y se marcan objetos de interés desde la periferia. ¿Y el ADN? Se estudia después del trabajo de recuperación, de tomar medidas, muestras y de sacar fotografías. Todo esto hay que procesarlo. Hay lesiones que no se ven en los huesos y sí, por ejemplo, en una camiseta. Además, hay que acceder a la historia clínica. Es importante hacer una aproximación: pasamos a tener una identidad presunta. ¿No es una ciencia exacta? Por ejemplo, viendo una historia clínica podemos observar que alguien tiene dos tornillos en un brazo de una operación pasada. Si los huesos aparecidos también presentan dos tornillos, nos acercamos. Después vemos la edad, el sexo o su altura. Cuando coincide con las características del desaparecido, se le puede empezar a poner nombre. En otros casos sí hay que recurrir a las pruebas genéticas. ¿Qué huesos contienen más información? Los dientes. Solo estudiando la odontología he podido reconocer a personas, sin necesidad de hacer pruebas genéticas. También son los que más resisten el paso del tiempo. ¿Los gemelos se pueden distinguir con la prueba genética? No. Es un problema que se planteó con el accidente de avión ocurrido en Barajas (Madrid). El perfil genético solo nos indica quiénes son los padres. Lo único, los dientes, que son distintos. Pero para hacer una identificación de este tipo hay que tener una radiografía previa de la dentadura. ¿Cuál es el caso más habitual cuando aparecen restos? ¿Hay un perfil? El 99% de los casos son personas desaparecidas. Ancianos que se desorientan, que tienen algún problema médico. Hay algún caso de politoxicómanos, pero son menos comunes. Afirma que hay pocas muertes violentas, pero… ¿existe una forma de matar en Galicia, un patrón típico de la comunidad? Hace años hice un estudio sobre homicidios en Ourense. Concluí que las emociones y la discusión previa median en el acto homicida. No se ven casos de gente que va por la calle y mata a alguien sin conocerle de nada. Aquí siempre hay un conflicto previo que se cristaliza en una discusión y que acaba en la muerte. Usted es el único de su nivel en la comunidad, ¿ya tiene un aprendiz? No. Me jubilaré y seguramente la antropología no la seguirá nadie. Es una pena. Hay países con entornos socioeconómicos más bajos que España y que tienen a antropólogos contratados. Aquí hacemos un trabajo complementario. ¿Ha visto grandes cambios en la medicina forense? ¿Cuál es el mayor avance? Muchísimo. El acceso a la historia clínica fue fundamental. ¿Cuál fue el caso más complejo al que se enfrentó? Son los de muertes súbitas infantiles. Son autopsias muy complejas y muchas veces no sabemos decir a los padres por qué falleció el bebé. Siempre es una realidad triste y complicada