DRONES

“Por fin se ha democratizado el aire"

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photo_camera Equipo de Dendoar. A la derecha, Telmo López, piloto; tercero por la derecha, Óscar Álvarez
"Antes necesitaba 2.000 euros la hora para hacer fotos aéreas, por ese precio me compré un dron", resalta un productor audiovisual. La llegada de aeronaves no tripuladas ha cambiado la forma de trabajar, también en Ourense. 

Antes necesitaba 2.000 o 3.000 euros para pagar una hora de helicóptero  y grabar imágenes en altura", sostiene Marcos Conde, productor audiovisual que recientemente ha estado retratando desde las alturas las obras del AVE con sus drones. Esto le ha cambiado la vida. "Yo digo que se ha democratizado el acceso al aire", apunta el subdirector de la Facultad de Aeroespacial en Ourense, Higinio González. Ahora ya no solo los grandes pueden hacerse un hueco . "Antes no podías competir, era inasumible el coste del helicóptero, prohibitivo para alguien pequeño. Cuando salieron los drones, por esos 2.000 euros te podías comprar uno, la inversión es razonable; a lo mejor la calidad no es igual que en helicóptero, pero ahora las pequeñas productoras tienen acceso". 

Imágenes antes imposibles
"Los drones me permiten obtener imágenes que de otra manera sería imposible. En Ourense, para hacer una panorámica de la ciudad tenías que recurrir a  Montealegre o el Seminario, ahora puedes hacerlo desde encima del Miño", explica Conde. "Yo ya tenía un dron cuando aún no sabía lo que era eso", dice Telmo López, uno de los 33 operadores autorizados para manejar estos aviones no tripulados en la provincia. Cree que hay futuro con nuevas aplicaciones, aunque tienen claro que "algunas no llegarán a nada, como lo de llevar empanadas a domicilio".  El proceso cuando quieren lanzar un dron a volar es fácil, dice. "Si tienes los papeles en regla y la zona no es peligrosa, como en la mayor parte de Ourense, es fácil. En la ciudad, olvídate, salvo que sean drones de menos de 250 gramos", explica López. Lo que sí debe tener claro el que empieza es que no siempre te autorizan, más bien al contrario. "Son bastante restrictivos en AESA, es más, lo normal es que no autoricen", afirma. 

Marcos Conde dirige un dron en la biblioteca

Trabaja para Dendoar, empresa de drones que comparte socios con Auria Peritaciones, empresa que ha incorporado los drones a su día a día. "Algunos productos, como fotos en altura o un simple vídeo se pueden utilizar de forma directa, ya que permite comprobar e inspeccionar el estado de una zona inaccesible, el estado de una infraestructura como un puente o una presa; o la fotos 360, modelos 3D....", explica el gerente de la empresa, Óscar Álvarez. Explica que están usando en la provincia procesos como ortofotos para relizar mediciones o localizar elementos con alta precisión; nubes de puntos  par realizar mapas topográficos, pudiendo combinarse con los de otras épocas para ver variaciones de volumen; o imágenes térmicas "para detectar fugas de agua, inspecciones de tendidos eléctricos...".

Una de las más novedosas y que usan en explotaciones agrícolas es la "imagen espectral" que mediante teledetección permite "elaborar planos del vigor de la vegetación para detectar problemas en cultivos o plantaciones", explica Álvarez.  Él reconoce que en ocasiones, los clientes requieron la posibilidad de emplear drones ante "problemas de difícil ejecución o muy costosos con métodos clásicos", aunque, eso sí, no siempre se pueden utilizar.

Multitud de información
En resumen, Álvarez cree que los drones son equipos "muy versátiles y operativos que con buen conocimiento técnico pueden ayudar a extraer multitud de información y abordar gran cantidad de proyectos". Eso sí, antes de abordar un trabajo con dron es "imprescindible", dice, determinar "precisión y alcance" para ver si es "técnica y económicamente posible usarlos". 
El decano del Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos de Telecomunicacións de Galicia, el ourensano José Manuel Martínez, pide que la normativa se modernice a lo que demanda el sector y destaca que en tema de emergencias "pueden volar donde quieran, algo que es muy positivo". En todo caso, es temeroso de que algún día llegue una desgracia, porque actualmente "no hay ni personal ni tecnología implantada para controlar, aunque los sistemas de telecomunicaciones están preparados". Hoy, no hay mecanismos para saber cuándo se echa un dron a volar en mitad de un monte: "La tecnología siempre va por delante de la normativa. 

Higinio González, que coordina el máster de drones en el Campus, resalta que está abierto también a ingenerios mecánicos, electrónicos o "telecos". Ahora, los alumnos de Aeronáutica, muy implicados, ultiman un Club de Aeromodelismo en Ourense. Los drones, dice, "son un sistema novedoso, que va entrando. Permite trabajos aéreos much más económicos que el helicópter". González apunta a aplicaciones nuevas que surgen como la inspecciones de puentes, que venían haciendo empresas de trabajos verticales, y que ahora los drones pueden hacer con sensores: "Abaratan costes y dan más seguridad". Cree que hay futuro y que, en zonas como Ourense, con sitios aislados de montaña, los drones podrían funcionar a modo de "last mile delivery", es decir para transportar medicamentos a pueblos que queden incomunicados o de difícil acceso, algo que en África hacen oenegés, "aunque allí lo tienen más fácil, pues no hay legislación". 

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