No contamina, no genera ruido y tiene una vida útil muy larga. Son las ventajas de un generador de energía que funciona con placas solares (frente a los tradicionales de gasolina o gasóleo), que la empresa Saraitsa presentó ayer en Ourense.
La empresa gallega Saraitsa presentó ayer en Ourense un equipo fotovoltaico portátil para dar suministro de energía a otras máquinas, que sustituye a los generadores tradicionales que funcionan con gasolina o gasóleo. Dispone, para ello, de un sistema de paneles solares desplegable, que facilita la captación de energía y su traslado a aquellos lugares donde sea preciso suministrar energía a otros aparatos. Este equipo ha sido patentado por Saraitsa, que ya lo está comercializando.
José Luis Romero, gerente de Saraitsa, detalló los ámbitos de actividad en los que el uso de estos equipos es idóneo, entre los que destacó aeropuertos, construcción, limpieza de montes, hospitales de campaña, operaciones militares...
Además, presenta importantes ventajas sobre los generadores tradicionales, especialmente la de que no provoca contaminación por el uso de combustibles fósiles ni ruidos. Además, en limpieza de montes evita riesgos de máquinas tradicionales, que pueden provocar chispas. Las placas están diseñadas para cargar en poco tiempo (adaptadas a la radiación gallega) y para funcionar por la noche (por ejemplo, en obras públicas iluminadas con grandes focos). Los equipos tienen una vida útil garantizada de 25 años, muy superior a los generadores tradicionales, y un mantenimiento más económico.
José Luis Romero, gerente de Saraitsa, detalló los ámbitos de actividad en los que el uso de estos equipos es idóneo, entre los que destacó aeropuertos, construcción, limpieza de montes, hospitales de campaña, operaciones militares...
Además, presenta importantes ventajas sobre los generadores tradicionales, especialmente la de que no provoca contaminación por el uso de combustibles fósiles ni ruidos. Además, en limpieza de montes evita riesgos de máquinas tradicionales, que pueden provocar chispas. Las placas están diseñadas para cargar en poco tiempo (adaptadas a la radiación gallega) y para funcionar por la noche (por ejemplo, en obras públicas iluminadas con grandes focos). Los equipos tienen una vida útil garantizada de 25 años, muy superior a los generadores tradicionales, y un mantenimiento más económico.
