¿Hubo boda o fue un mero paripé, con misa incluida, para acallar habladurías? Este es el curioso pero real argumento que sustenta el proceso penal iniciado ayer en la Audiencia de Ourense contra ocho hermanos, vecinos de Celanova, acusados por la fiscal y su cuñado de estafa. Según las acusaciones, se quedaron con la herencia íntegra de Olimpia Fernández Ferro, hermana de los inculpados, al fallecer, privando así de los derechos sucesorios que le correspondían al esposo heredero.
Los encausados, Bautista, Manuel, Castor, Consuelo, Eladio, Antonio, José y Julio Fernández Ferro, que declararon ayer en la Audiencia, consideran que su hermana fallecida no estaba casada con Camilo Vázquez y que sólo vivieron juntos por temporadas. Eso sí, reconocieron que hubo una misa el 8 de enero de 2000 en el Santuario del Cristal, en Vilanova dos Infantes, pero que no fue una boda en toda regla sino un simulacro para que el supuesto 'cuñado' pudiera comulgar y frenar las habladurías de los vecinos, quienes los criticaban por vivir juntos sin haber contraído matrimonio. Para ello, alegan que cuando instaron a la declaración de herederos el matrimonio no estaba inscrito en el Registro Civil (se hizo el 4 de noviembre de 2009).
Olimpia Fernández había contraído con el denunciante segundas nupcias, según las acusaciones, ya que había enviudado de su primer marido. Su herencia fue valorada en 385.927 euros: 200.000 que se corresponden con bienes inmuebles y 185.867 depósitos bancarios, fondos de inversión y acciones. La fallecida era titular de dos casas en Éibar (Guipúzcoa) y A Bola. Sobre la primera consta una anotación preventiva de la querella y la prohibición de disponer de ella en el Registro de la Propiedad, pero no así sobre la segunda finca al no estar inscrita.
El caso se inició cuando dos de los hermanos se presentaron en junio de 2009 en una notaría de Celanova para oponerse al acta de notoriedad en favor del viudo. Según las acusaciones, el notario hizo saber a los comparecientes que constaba la existencia de una certificación eclasiástica del matrimonio.
Pese a ello, dice la fiscal que 'los acusados de común acuerdo' decidieron instar a la declaración de herederos a su favor en el Juzgado de Primera Instancia de Celanova, omitiendo toda referencia al matrimonio.
Así, el juzgado declaró a los ocho hermanos 'únicos y universales herederos' el 4 de agosto de 2009.
Olimpia Fernández había contraído con el denunciante segundas nupcias, según las acusaciones, ya que había enviudado de su primer marido. Su herencia fue valorada en 385.927 euros: 200.000 que se corresponden con bienes inmuebles y 185.867 depósitos bancarios, fondos de inversión y acciones. La fallecida era titular de dos casas en Éibar (Guipúzcoa) y A Bola. Sobre la primera consta una anotación preventiva de la querella y la prohibición de disponer de ella en el Registro de la Propiedad, pero no así sobre la segunda finca al no estar inscrita.
El caso se inició cuando dos de los hermanos se presentaron en junio de 2009 en una notaría de Celanova para oponerse al acta de notoriedad en favor del viudo. Según las acusaciones, el notario hizo saber a los comparecientes que constaba la existencia de una certificación eclasiástica del matrimonio.
Pese a ello, dice la fiscal que 'los acusados de común acuerdo' decidieron instar a la declaración de herederos a su favor en el Juzgado de Primera Instancia de Celanova, omitiendo toda referencia al matrimonio.
Así, el juzgado declaró a los ocho hermanos 'únicos y universales herederos' el 4 de agosto de 2009.
