TRIBUNALES

La fiscal pide 23 años de cárcel para tres acusados de traficar con drogas en Covadonga

OURENSE. 10.10.2017 AUDIENCIA PROVINCIAL. JUICIO POR TRAFICO DE DROGAS.
photo_camera La segunda sesión de la vista se desarrolló ayer en la Audiencia.

El letrado de "Mingos" cree que el registro en Covadonga fue ilegal

La fiscal reclamó un total de 23 años y medio de prisión para tres acusados de traficar con cocaína y heroína en Covadonga en febrero del pasado año. La mayor pena la solicita para Domingo González Neguyen, alias Mingos o Vietnamita, once años y medio, a quien también imputa tenencia ilícita de armas y atentado (encañonó a dos agentes en el primer registro). La acusación pública lo responsabiliza de utilizar su vivienda en la plaza de Covadonga para vender papelinas de droga, tarea en la que se ayudaba de su pareja, Ana Beatriz García (ella asegura que era la mujer de la limpieza y no su novia, desvinculándose del trapicheo). Los otros dos acusados, Ignacio Rey y Rafael López, supuestamente ejercían de "aguadores", alertaban sobre la presencia policial y en ocasiones, según la fiscal, también distribuían.

La policía asegura que la vivienda de Mingos era tipo búnker, con una entrada franqueada por dos puertas y rejas, para permitir el consumo dentro y eludir las actas policiales a las que pudiesen ser sometidos los toxicómanos. En el registro aparecieron 88 papelinas de heroína, 71 de cocaína y útiles para manipular la droga.

El letrado del principal encausado, Luis Salgado Carbajales, alegó ayer en la Audiencia, en el trámite de conclusiones, que el procedimiento penal se sustentó en diligencias nulas ya que considera que "el registro en la vivienda del único morador y propietario fue ilícito ya que no estaba presente Domingo González". La Policía Nacional amplió la entrada en la noche del 24 de febrero de 2016 al día siguiente. Iba en busca de droga pero también halló un arma y cartuchos, por lo que solicitó al juzgado de madrugada una ampliación. En ese segundo registro no estaba Mingos porque tuvo que ser hospitalizado al sufrir una indisposición.

No considera probado el delito de atentado porque, a su entender, cogió un arma en medio del caos que provocó una entrada policial en la que se utilizó una granada. "No hubo resistencia y depuso su actitud al saber que eran policías", alegó. Alternativamente, planteó un delito de amenazas. 

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