El próximo trimestre resultará decisivo para la futura estación intermodal de Ourense. Tras 14 meses desde la aprobación definitiva del estudio informativo del proyecto y sucesivos anuncios previos de licitación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), los dos últimos esta misma semana, si se cumple el compromiso reiterado por la ministra de Transportes y la presidenta del Adif, los primeros contratos de la estación saldrán a licitación pública entre el 1 de abril y el 30 de junio próximos. Se trata de dos contratos que se desarrollarán simultáneamente: la estación y la pasarela, con un presupuesto de licitación de 58 millones de euros, y 10,5 millones para el cubrimiento de la playa de vías.
A estos 68,5 millones se han añadido hace unos días, dos contratos de suministro que hay que añadir a ese montante y que ascienden a 6,9 millones para desvíos y 1,5 para balasto. Todavía quedan por añadir muchas partidas, hasta alcanzar un presupuesto base de licitación de algo más de 145 millones de euros con IVA incluido, para cubrir todos los trabajos y suministros de materiales necesarios para que la estación intermodal quede totalmente concluida. Como se podrá comprobar por las cifras que analizamos pormenorizadamente, el grueso del presupuesto se lo llevarán obras y suministros de naturaleza estrictamente ferroviaria, mientras que los elementos vinculados con la terminal de viajeros apenas llegan al 20 por ciento del total.
Cuando hablamos de estación intermodal, no solo nos referimos a la remodelación del edificio, sino también a toda la infraestructura y superestructura ferroviaria necesaria. La playa de vías, tal como la conocemos ahora cambiará radicalmente. Y eso supone que las obras realizadas para la llegada del AVE tendrán que ser demolidas para acometer un nuevo trazado de vías y andenes. La adaptación de la estación cuyo presupuesto base de licitación está calculado en casi 101 millones de euros, destina la mayor parte de esa cuantía a la parte ferroviaria. El edificio requiere de 14,5 millones de euros, la cubierta está presupuestada en casi 20 millones, la urbanización de la plaza, 3,5 millones y las demoliciones y reposiciones asociadas, otros 3,7 millones de euros. Por último, la pasarela peatonal tiene un presupuesto de 6,2 millones de euros.
A esas cifras hay que sumar las destinadas a vías, aparatos de vía, cambiadores de ancho, balasto, etcétera, que suman 30 millones de euros. 4,3 millones para electrificación y sus equipos y 17,3 millones para las instalaciones de seguridad y comunicaciones.
Los nuevos andenes se llevarán 3,5 millones de euros del presupuesto total y otros 3,9 millones la reforma de los andenes ya existentes, incluyendo las actuaciones en el paso inferior.
La pasarela urbana peatonal sobre la playa de vías, que comunicará ambos barrios, está presupuestada en 6,2 millones de euros y con ella se completa un conjunto para el cual se prevé un plazo de ejecución de 44 meses. La losa sobre las vías que cubrirá la parte más cercana a la Avenida de Santiago, cuyo presupuesto es de 11,4 millones de euros tiene un plazo de ejecución de 18 meses y se prevé que sea ejecutada en simultáneo a las obras de la estación. A esos 11,4 millones hay que sumarle 6,1 millones para la urbanización de esa cubierta, un contrato que requiere de otros 18 meses adicionales de ejecución.
Las dos últimas actuaciones que completan todo el conjunto de la intermodal y su integración urbana se concretan en una losa adicional, que se acerca a los 10 millones de euros y que incluye no solo la cubrición, también su urbanización y ajardinamiento, y por último, la calle que comunicará ambos barrios de A Ponte, a uno y otro lado de la estación. El total de esta obra cuyo plazo de ejecución es de 24 meses es de 11,6 millones de euros y se desglosa en el vial (7,4 millones), los taludes laterales (1,3 millones) y las demoliciones y reposiciones asociadas (2,9 millones).
A Ponte se enfrentará a cinco años de obras que no comenzarán hasta 2023
Entrar en el último trámite administrativo supone un grandísimo avance para una obra que lleva casi una década de retraso. Pero ese trámite, la licitación, todavía requiere de un plazo hasta que se alce la primera piqueta que ponga en marcha las obras. Se espera que esos cuatro contratos preanunciados ya en el DOUE estén en el perfil del contratante de Adif antes del 30 de junio. El plazo de presentación de ofertas, la fase de evaluación de las mismas y la resolución de su adjudicación consumirán otros seis meses, con lo que las obras no comenzarán hasta el primer trimestre de 2023. A partir de ahí, si la secuencia de tramitación de los diferentes contratos se realiza de manera coordinada, las obras de la estación se prolongarán a lo largo de cinco años.
Como Ourense es un punto estratégico en la conexión ferroviaria de Galicia, las obras tendrán que convivir con la circulación diaria de los trenes, por lo que es previsible que comiencen por la zona más próxima a la calle Río Arnoia, donde serán emplazadas definitivamente las vías de ancho estándar de alta velocidad: cuatro vías organizadas en torno a dos andenes que, a diferencia de las dos vías actuales del AVE, pegadas a la Avenida de Marín que acaban en sendas toperas, tienen continuidad hacia la zona de cambiadores de anchos a partir de los cuales continúan transformadas en vías de ancho ibérico a Santiago y a Vigo. Los trenes procedentes de Madrid que rindan viaje en Lugo entrarán en la estación por las vías de ancho ibérico desde el cambiador de Taboadela y en ella realizarán la inversión del sentido de marcha para tomar el corredor de Monforte.
Desde el edificio de viajeros se llegará a las vías de alta velocidad mediante pasos elevados sobre las vías y andenes, en vez de subterráneos como ahora. Pero antes de esa imagen de una terminal diáfana bajo una gran cubierta, habrá que vivir un lustro de soluciones provisionales.
