Los ganaderos recurren ya a las cisternas por falta de agua

Manifestación del sector primario el pasado 5 de julio en la ciudad. (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Manifestación del sector primario el pasado 5 de julio en la ciudad. (XESÚS FARIÑAS)
Aseguran que la sequía “se adelantó un mes” y que el ganado “come coa pouca herba que temos”

El sector primario del rural también sufre los efectos de la ola de calor que ha  obligado a trabajadores, empresarios y ciudadanos a adaptarse a una meteorología nunca registrada en la provincia. La falta de agua y unas temperaturas récord por encima de los 40 grados dibujan un futuro incierto para las industrias ganadera y agrícola, que llevan meses reclamando medidas que revitalicen sus explotaciones.

El ganadero Xosé Ramón González, con una granja de 50 reses, describe una situación complicada por la acumulación de varios problemas y enumera los dos principales: la sequía de invierno y los episodios de calor.

Según González, las pocas precipitaciones que se dieron en la provincia durante la pasada estación fría se tradujeron en que “non houbese colleita de herba e trigo”, materias primas necesarias para alimentar a los animales. “O último inverno choveu só un 40% do que vén sendo o normal; algo que nunca na vida vira”, comenta.

Por otra parte, las inusuales jornadas de calor provocaron que la hierba de los pastos acabase por quedarse sin agua en primavera, ya que “normalmente aguantan verdes ata agosto”.

"Pouca herba"

Así, González ya asume que en su actividad estarán “sen comida para o vindeiro inverno”, y señala que los almacenes están vacíos y, en el presente contexto de inflación y de subida de precios de carburantes, no disponen de fondos para comprar forrajes y piensos. “Este verán teremos que alimentar ao gando coa pouca herba que temos”, declara.

Sonia Vidal, también ganadera y parte de la ejecutiva del Sindicato Labrego, coincide con González al señalar los problemas más acuciantes del sector en la provincia. Además, añade que desde formaciones como Unións Agrarias y el Sindicato Labrego llevan desde marzo advirtiendo de estos problemas a la Administración que, según estas centrales, hacen oídos sordos. Ahora, con la ola de calor de esta semana, ve un panorama más abrumador: “A factura é maior da que esperabamos, supera todas as nosas previsións”. 

Las explotaciones como la de Vidal necesitan 2.000 litros de agua al día para abrevar a sus 40 vacas. Sin embargo, la situación se presenta “complicada” cuando este año se ha adelantado un mes la sequía que les obliga a acudir a depósitos de agua. Esta época de escasez de recursos hídricos, normalmente, se da entre los meses de agosto y noviembre; así que el hecho de que ahora este período se alargue es motivo de “preocupación para Vidal. “O pouco que choveu non vale para recuperar auga nos pozos, que están en mínimos”, lamenta.

La ola de calor es el último escollo en una racha perjudicial para el sector primario. De seguir así, Vidal cree que “moitas explotacións van pechar”.  “Os nosos problemas coa produción van rematar por repercutir en todo o conxunto da sociedade”, sentencia. 

Desde la Asociación de Produtores de Pataca da Limia, su presidente, Amador Díaz, habla de un efecto nocivo en su plantación: “A verdade é que a variedade agria é a máis afectada pola calor, e isto vai repercutir na produción”. Sabiendo esto, se muestra resignado a seguir con su labor y sacar adelante su economía bajo el calor abrasador y un tiempo que no trae lluvias para que crezcan los cultivos: “Mentres poidamos ir regando temos que seguir, non queda outra”.

El estrés hídrico, la preocupación de las denominaciones vitícolas ourensanas

Los viñedos de las cuatro Denominaciones de Origen de la provincia no están exentos del azote de la ola de calor que ha marcado una semana en la que el agua se ha convertido en un recurso aún más precioso para estos productores.

Este año, la escasez de lluvias es el principal problema de la mayoría de los viticultores.”Básicamente, lo que nos preocupa es el estrés hídrico”, resume Lara da Silva, presidenta del Consello Regulador da Denominación de Orixe (CRDO) de Monterrei.

José Luis García, presidente del CRDO de Valdeorras, explica en qué consiste este “estrés” provocado por la carencia de agua: “Coa calor excesiva, as vides deixan de funcionar, a savia non circula e a pranta queda en stand by ata que baixan as temperaturas”. Ante esto, argumenta que “pouco se pode facer”, porque “por moito que regues, non vai absorber demasiado”.

Juan Manuel Casares, a cargo del CRDO de Ribeiro, mira al futuro: “A cepa está acostumada a certo estrés, pero veremos que consecuencias a medio prazo terá esta calor tan forte e repentina”. También apunta a la raíz del problema: “Hai que tomar en serio o cambio climático. As incidencias climatolóxicas destes últimos anos deben levarnos a unha reflexión e á toma de medidas”.

La menos afectada por la ola es la Ribeira Sacra, donde se suelen dar más precipitaciones. El presidente de este CRDO, José Manuel Rodríguez, tranquiliza: “As vagas de calor pasan todos os anos, coa diferenza de que agora a canícula está a ser máis longa”. Con todo, matiza: “A máis afectada é a variedade Godello, que recibe luz directa e é a máis sensible”.

Aunque se espera que llueva en algún momento del verano, la incertidumbre está generalizada: “Estamos a la espera de lo que pase”, concluye Da Silva.

Las altas temperaturas se unen al alza de precios por la inflación

A los problemas del calor se unen los que han estado denunciando desde agrupaciones de ganaderos y agricultores ante la Subdelegación de Gobierno y la Consellería de Medio Rural de la Xunta. Recientemente, el 5 de julio, el gremio salió a protestar por las calles de Ourense para exigir medidas políticas que los ayuden a mantener sus negocios ante las subidas del precio del combustible y los consecuentes encarecimientos de las materias primas y del transporte. Hoy en día, sus reclamaciones siguen vigentes en un momento que, para ellos, es más crítico por las inclemencias del clima.

El ganadero Xosé  Ramón González aduce que el “gran problema” que están asumiendo desde el gremio es la subida de los  precios de los recursos de los últimos meses La situación, con aumentos de “máis do 40%”, les obliga a “traballar ao día máis do dobre ca o ano pasado”. Es más, se queja de que sus productos no “repercuten máis do 10%” del precio de venta de sus productos.

Sonia Vidal, representante del Sindicato Labrego, señala el obstáculo que representa para su labor diaria los requerimientos de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC): la verificación de medidas de terrenos y el estado de los cultivos de estos. “Temos que ir finca por finca, medir, sacar fotos e realizar un informe, algo que antes o facía o persoal administrativo. En vez de estar traballando, estamos con estas lerias, é surrealista”, comenta.

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