La gasolina de hoy es la más cara de los últimos 15 años

La gasolina de 95 marca un precio de 1,44 euros, veinte céntimos más que el pasado año

 

El precio del carburante llegó a valores históricos en Ourense según fue avanzando el verano - y por el momento la subida no parece remitir-. La gasolina de 95 está ahora más cara de lo que se recuerda en los últimos quince años y marca la diferencia más significativa entre el resto de opciones. Así lo abalan los datos del Ministerio para la Transición Ecológica, que muestran que los precios de esta última semana rondan los 1,44 euros por litro. En abril de este mismo año el litro era 10 céntimos más barato  y, en 2020 los precios bajaban hasta  20 céntimos. 

Con la gasolina de 98, la subida es paralela. Los valores actuales están en 1,57 mientras que hace cinco meses 1,47 euros. Por otra parte, el diésel también registró una subida de diez céntimos y ahora cuesta 1,31 el litro. 

En comparación al resto de ciudades de la comunidad, el carburante de Vigo es la más cara de Galicia. Ourense ciudad, sin embargo, se encuentra al mismo nivel que A Coruña y por encima de Lugo, la urbe más barata, donde repostar gasolina de 95 cuesta 1,34 euros. Sin embargo, según explica Julio López, presidente de la Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes), “es probable que esos valores puedan estar alterados porque en A Coruña y en Pontevedra hay más gasolineras que en Ourense y muchas ya cuentan con la implantación del low cost”, explica. 

Desde la gasolinera de Mariñamansa afirman que, dada la subida de los últimos meses, llenar el depósito podría suponer hasta 15 euros más que cinco meses atrás. “Es algo que suscita la crítica generalizada, todos se quejan porque es más caro que nunca”, señalan. “En verano hay más desplazamientos así que también hay más tránsitos y más repostajes  en consecuencia, no sólo es cuando más se nota, sino que también es cuando más está subiendo y no parece que vaya a cambiar la tendencia”, explican los trabajadores. 

Desde la patronal gallega, López afirma que “el precio subió porque sube la oferta en origen. Hay más demanda y la oferta sube en consecuencia del petróleo”. También hay gasolineras que juegan con las existencias, “muchos aguantan más la subida porque continúan vendiendo lo que tenían, otras se adaptan de inmediato” y “sabemos que existe el ‘efecto pluma’ que provoca que cuando la gasolina sube, sube muy rápido y cuando baja, se desploma”, apunta. 

Además, señala que con la subida de precios “las estaciones de servicio somos los más perjudicados” y “tenemos un margen comercial idéntico y cada vez que sube, como es fijo por litro, nosotros somos los que perdemos beneficios”, explica. En consecuencia a esta pérdida y por influencia de la crisis sanitaria- que afectó de forma similar a la de 2008-, fueron muchas las gasolineras que tuvieron que cerrar. Concretamente, en la provincia ourensana cuatro estaciones de servicio dejaron de funcionar en el último año.

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