El Gobierno de España autoriza el primer gran parque solar de Galicia, en A Gudiña

El Gobierno de España da luz verde provisional al proyecto, a la espera de la autorización de su construcción en la provincia de Ourense

Plano del parque solar incluido en el estudio de impacto ambiental.
Plano del parque solar incluido en el estudio de impacto ambiental.

El Gobierno central otorgó la autorización administrativa previa al primer gran parque solar gallego en A Gudiña, que está más cerca de ser una realidad. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó esta semana la resolución que da luz verde al desembarco de la fotovoltaica en la provincia. Eso sí: el documento, con fecha de 12 de julio, condiciona la autorización de construcción -necesaria para comenzar las obras- a que la empresa promotora acredite el cumplimiento de las condiciones ambientales impuestas durante la tramitación del proyecto.

El parque solar salió a información pública en el BOE el pasado 2 de febrero. De su planificación se encarga la sociedad limitada Amber Solar Power Veintinueve, una filial de Soltec. Sus características lo convierten en el primer gran parque solar de la comunidad autónoma, capaz de generar 55,7 megavatios (MW). Su extensión supera las 110 hectáreas, lo que se puede traducir en unos 150 campos de fútbol.

“A Gudiña Solar” -nombre oficial del proyecto- ocupará terrenos de monte bajo situados en las proximidades de la capitalidad municipal. En concreto, las placas serán instaladas en el paraje de O Toxal, junto a la carretera OU-533 entre A Gudiña y Viana. La zona fue afectada por sendos incendios forestales en 2015 y 2017. Por otro lado, el nuevo parque necesitará la construcción de una línea de alta tensión a Vilariño de Conso. El presupuesto para construir el parque ronda los 36 millones de euros, según la documentación aportada por la promotora.

El pasado mes de junio, el proyecto recibió una declaración de impacto ambiental favorable, a pesar de la oposición del Instituto de Estudos do Territorio de la Xunta, entre otros organismos que condicionaron los planes de Soltec. Este organismo autonómico alertó del impacto paisajístico “muy significativo” que tendrá el parque fotovoltaico.

La Dirección General de Política Energética y Minas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), no otorga un cheque en blanco a la empresa promotora. Para obtener la autorización de construcción, le impone un plazo de tres meses en el que tendrá que acreditar el cumplimiento de diversas condiciones, como las establecidas en la declaración de impacto ambiental.

El monte quemado, uno de los obstáculos a superar

La autorización administrativa previa concede el derecho a materializar el proyecto, pero interpone una serie de condiciones para comenzar las obras. Por ejemplo, el promotor debe solicitar el cambio de uso de los terrenos de uso forestal afectados por los incendios, un trámite que debe autorizar el Consello de la Xunta. Y se deberán adoptar medidas para recuperar “una superficie forestal equivalente a la quemada”, en coordinación con la Dirección Xeral de Ordenación Forestal.

Asimismo, serán necesarias modificaciones en la línea de alta tensión que evacuarán la electricidad del parque, y la plantación de pantallas vegetales en el Camino de Santiago para mitigar el impacto paisajístico de las placas fotovoltaicas, así como en la carretera OU-533. La franja vegetal también deberá cubrir el vallado perimetral del parque. Estos condicionantes ya habían sido considerados durante el proceso de papeleo ambiental por la empresa promotora, por lo que no deberían suponer un obstáculo para llevar el parque a la realidad.

La empresa promete revertir beneficios para mitigar el impacto ambiental

Desde el momento en que el proyecto salió a la luz, surgió una confrontación entre defensores y detractores. El parque supondrá un elevado impacto ambiental y paisajístico. Las placas solares y la línea de evacuación se proyectaron en el área de campeo del águila real, especie de la que solo quedan seis parejas en Galicia. Esta y otras aves rapaces protegidas deberán cazar en otros lugares, ya que las placas solares dificultarán la búsqueda de alimento.

Esta circunstancia, junto con otras como el gran impacto visual que tendrá en el entorno, motivaron la formulación de más de un centenar de alegaciones. Entidades como la Sociedade Galega de Historia Natural, la Comunidade de Montes Veciñais A Bouza o la Asociación Petón do Lobo, entre otras, presentaron escritos contra el proyecto.

En el lado opuesto se encuentran los defensores del parque, que esgrimen el beneficio socioeconómico que podría reportar a la comarca. Se prevé que su construcción cree 200 empleos y su mantenimiento, ocho. En mayo, Soltec firmó una carta de intenciones con el Concello de A Gudiña. La empresa energética promete compensar a los vecinos con el 1% de la energía producida, donar mil euros por cada megavatio instalado para cubrir necesidades municipales o contratar personal local, entre otros puntos.

Contenido patrocinado

stats