La variante del AVE por Cerdedo, que permitiría llevar directamente el tren rápido de Vigo a Ourense sin dar la vuelta de 100 kilómetros por Santiago, tendrá que pasar un trámite más a cargo de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil antes de dar el visto bueno al estudio hidrogeológico.
El alcalde Abel Caballero se reunió el pasado lunes en Madrid con la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, tras la que aseguró en un audio que “se siguen dando pasos muy importantes” para la infraestructura “de mayor importancia para la ciudad”. Caballero explicó que “todo señala a que el estudio hidrogeológico da luz verde, pero se necesita que sea la propia Confederación Hidrográfica la que emita un informe previo y a partir de ahí que el Ministerio de Transición Ecológica emita la declaración de impacto ambiental”.
El proyecto lleva desde 2004 en distintas fases de trazados y estudios. A esto hay que añadir que dos años antes, en 2002, UGT-Transportes había presentado la variante del trazado principal para evitar la ahora obligada vuelta por Santiago. En todo este tiempo ha estado en fase de estudio informativo y de impacto ambiental en dos ocasiones. La primera ocasión supuso cinco años de trámites. La segunda, más reciente, finalizará con este resultado del informe hidrogeológico del tramo de 50 kilómetros realizado a lo largo de tres años.
El proyecto se mantuvo en los Presupuestos del Estado de estos últimos 20 años, aunque nunca hubo una consignación real para su desarrollo. A lo largo de este plazo se ha mantenido de forma testimonial una partida de medio millón de euros, cuando se estima una inversión de 2.300 y un horizonte muy lejano en el caso de que el Gobierno central autorice la obra: un plazo de ejecución que se iría a unos diez años entre proyectos de construcción, obras y las pruebas.
Los promotores y redactores de la variante, los técnicos de UGT-Transportes, hace tiempo que descartaron su construcción al considerar que el trazado no es el mejor, y apostaron por una vía paralela a la actual del Miño, más directa y que rentabilizaría la salida sur para Portugal y para viajar a Madrid, una actuación que tiene mejores perspectivas de cara a su realización por su menor coste, 470 millones, y porque Portugal insiste para poder hacer la línea de alta velocidad Vigo-Oporto-Lisboa.
Los trenes Avril, que entrarán en funcionamiento previsiblemente después del verano, podrán hacer el viaje de Vigo a Ourense en 65 minutos y en dos horas y 20 hasta Madrid. Si se construye la variante de Cerdedo se podría ir desde Vigo a Pontevedra y Ourense en unos 35-40 minutos y a Madrid en menos de tres horas.ue
