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Hosteleros de la Ribeira Sacra plantean restringir el tráfico

El auge de turistas enciende las alertas: "Temos que plantexarnos se este é o modelo que queremos"

La Ribeira Sacra sigue consolidándose como destino de referencia del interior de Galicia, con una ocupación durante el puente festivo de agosto que se notó con fuerza también en la ciudad. La zona vive con ilusión pero también con temor este aluvión de visitas, e incluso plantearán restricciones al tráfico rodado al Consorcio de la Ribeira Sacra para evitar problemas de aglomeración que se están viviendo, y que quieren complementar con lanzaderas. 

El auge de turistas hace al sector reflexionar sobre el futuro. "Hai que dicirlle a xente que non se pode chegar co coche a onde che dea a gana. Temos que plantexarnos se ese modelo é o que nos interesa", apunta Francisco Almuíña, presidente de la Asociación Ribeira Sacra Rural. En la zona ya se han vivido problemas de aparcamiento, lo que ha encendido las alarmas.

"Temos que ter claro o que queremos, se non toda a boa promoción que se está a facer pode ser contraproducente e poden empezar a chegar malas críticas dos turistas", añade Almuíña. El transporte es una de los principales obstáculos que los hosteleros van a plantear. Tiene que haber restricciones. "Hai que deixar o coche á distancia que haxa que deixalo, nalgunhas estradas os autobuses non entran e algúns condutores non o respectan, e na zona do Sil hai moito bum, a xente non ten onde aparcar. Poir iso vemos con sentido que a xente poida aparcar en Parada de Sil ou Luíntra  que haxa lanzadeiras desde alí", añade. Desde la asociación que aglutina a hosteleros de la zona son claros y advierten que con la llegada del AVE el turismo se multiplicará: "Aínda estamos a tempo de planificar con sentidiño".


"No estamos preparados"


Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Federación Provincial de Hostelería y hostelero de la zona, se manifiesta en esa línea:  "En la zona del catamarán las carreteras son estrechas, y los coches aparcaban estos días en los dos márgenes, y no pasaban los ómnibus. No estamos preparados para recibir a la gente que recibimos", explica Ojea. 


“Necesitamos un turismo cultural, pausado, e que quede máis días"


"En agosto las aglomeraciones son muy grandes, y las carreteras donde cabe un solo coche empiezan a ser preocupantes. Nosotros rezábamos por que no viniera nadie de frente", comentaba a este periódico un usuario que pasó el puente en la zona, visitando la parte lucense de la praia de A Cova. "Hace tres años no había casi nadie, y ahora no teníamos ni sitio para aparcar", añadía. Rafael Núñez, de Tenerife, también resaltaba  que "las carreteras son muy malas, es el punto negativo, y la señalización debería mejorar". 

Estos defectos se hacen más patentes a medida que las aglomeraciones van a más. "Había gran cantidad de coches y el turismo improvisado ya casi no tiene espacio. La parte de Lugo, aún así, está más preparada que nosotros", dice Ojea. 

"Á Ribeira Sacra vén xente que busca pacificarse, o noso modelo ten que ser tranquilo e pausado", explica Almuíña. En este sentido, señala que "non queremos un turismo de traia bocadillo e refresco traído da casa e aquí só deixe o lixo" y pide "un turismo cultural, de relax, que pase máis días...". Cada vez van a más los viajes de un solo día, con grandes autobuses que se las ven  y las desean para transitar por los viales:  "O que temos falado é que tería sentido ter minibuses de pequeno percorrido , a modo de lanzadeira".  


Puente lleno, pero la ciudad a medio gas


El bum se deja notar en la ocupación hotelera. En el hotel Francisco II  estuvieron llenos salvo el día 14, que fue "más flojo", donde se quedaron en el 65% de ocupación.  El jueves 15 y sábado 17 estuvieron al 100%, mientras que el viernes 16 se quedó al 85% y el domingo se rebajó a un 55%. "Los turistas preguntan bastante por la Ribeira Sacra y también por la zona termal", señalan desde la recepción del establecimiento. Tras este puente, Fernández Ojea sostiene que "estamos en condiciones de superar la ocupación del año pasado, el tiempo ayudó un poco, aunque hay que esperar para hacer balance". Resalta, eso sí, la "falta de novedades" en la ciudad, "hay muchísimas cosas que no se han hehcho". En ese sentido, el portavoz del BNG, Luís Seara, ha mostrado su preocupación por el cierre del centro de interpretación de As Burgas por las tardes en agosto,  o la "desatención" en el punto informativo del castro de Santomé.    

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