El área sanitaria de Ourense cerró enero con síntomas de mejoría en lo que a cifra de contagios diarios se refiere, pero con la vista puesta en los hospitales, ante los datos de crecimiento del número de ingresados y personas en UCI de los últimos días. 31 jornadas después de comenzar el año, la tercera ola, muestra que los casos casi se quintuplicaron en la provincia y el número de personas atendidas en centros hospitalarios de la provincia es hasta ocho veces superior al 1.
Contagios
Los primeros siete días del año se registraron menos de 100 casos diarios en la provincia, especialmente el 2 y el 3 en el que apenas se sumaron 30 y 31. La tendencia aumentó al octavo día, cuando se notificaron por primera vez más de 100 positivos. El crecimiento se hizo notable once días más tarde. El 19 se superaban los 200 infectados nuevos diarios, llegando a la cifra más alta el 22 de enero, cuando Sanidade notificó 264 positivos en el área sanitaria ourensana. Sin embargo, la tendencia parece cambiar en estas últimas jornadas del mes. Desde el 28 los contagios diarios notificados son inferiores a los 200. Son cifras aún altas, pero que junto a un mayor número de altas permiten reducir ligeramente las infecciones activas.
Casos activos
La gráfica de la evolución de los casos activos muestra la estabilización de la curva e incluso un leve descenso en las últimas fechas del mes. Sin embargo, la cifra de contagiados en la provincia este domingo (2.949) casi quintuplica la cifra que había el primer día del mes (600). Tras un crecimiento moderado en las primeras fechas del año, el alza de los pacientes covid empieza a hacerse más notable a partir del día 10. El 11 de enero la provincia supera la barrera de los mil casos, que se duplica en apenas nueve días. El 20, en el área sanitaria ourensana ya se registraban 2.107 infecciones por covid-19.
El crecimiento de los casos activos en este tercera ola parece haberse frenado en estos últimos días, evitando superar la barrera de los 3.000 positivos y situándose el pico en los 2.989 del 29 de enero. A partir de ahí el número de contagiados ha ido descendiendo paulatinamente hasta situarse en los 2.949 este domingo, lo que refleja los primeros síntomas de empezar a doblegar la curva.
Hospitalizaciones
La presión asistencial centra la preocupación de las autoridades sanitarias en Galicia. En Ourense, este domingo, según el último parte del Sergas, había 184 personas ingresadas. Una cifra ocho veces superior a la que se notificó en el inicio del año, cuando había 23 recuperándose en los centros sanitarios de la provincia. El crecimiento de la presión asistencial comenzó a hacerse notable a mediados de enero. El 15 Sanidade informó que había 63 hospitalizados en territorio ourensano. Ocho jornadas después, esa cifra era el doble (129) y trece días más tarde, el triple. El 29, con 191 personas atendidas por covid-19 en los centros sanitarios del área sanitaria, se registró el pico más alto de enero.
El foco está puesto principalmente en los espacios de cuidados intensivos. Ourense, que comenzó el año con 2 personas en la UCI, tiene a finales de mes a 13 personas hospitalizadas en estas unidades. El pico más alto fue de 14 los días 27,28 y 30. Una cifra que supone el 25% de las camas del CHUO destinadas a críticos. Al contrario que lo que sucedió en la primera ola, cuando los médicos atendían casi en su totalidad a pacientes de coronavirus, por ahora la situación permite mantener el resto de su actividad urgente (siniestros de tráfico, accidentes laborales o infartos, entre otros).
El área sanitaria de Ourense registró 42 muertes y 2.157 altas desde el inicio del año. El objetivo ahora es conseguir reducir el número de contagios, de casos activos y aliviar la presión asistencial en los hospitales de la provincia. Para ello, desde el 27 de enero están en vigor nuevas restricciones que pretender frenar lo antes posible la incidencia del virus. La hostelería se encuentra cerrada por completo y solo puede atender para entrega o servicio a domicilio. Además, se han cerrado perimetralmente todos los municipios gallegos y las reuniones sociales se han limitado solo a los convivientes salvo excepciones. Además, se han establecido nuevas limitaciones al comercio ya que el considerado no esencial debe cerrar a las 18,00 horas.
