La inflación desborda los recursos de asistencia de las entidades sociales

Usuarios del comedor social de Cáritas de la ciudad, frente a la entrada del local. (MARTIÑO PINAL)
photo_camera Usuarios del comedor social de Cáritas de la ciudad, frente a la entrada del local. (MARTIÑO PINAL)
Cruz Roja, Cáritas, el Banco de Alimentos y Amigos de Galicia auguran que la situación empeore en los próximos meses

 La inflación generalizada de los precios, sumada a las consecuencias de la pandemia, pone contra las cuerdas a las entidades sociales de la provincia. La subida de precios de alimentos y combustible, principalmente, han provocado un incremento exponencial de las demandas, tanto de personas que ya antes se encontraban en una situación de vulnerabilidad como de familias que, de repente, no llegan a final de mes.

Cruz Roja, Cáritas, el Banco de Alimentos y la Fundación Amigos de Galicia dan cuenta de la díficil situación que afrontan, ya que mientras las peticiones crecen, las donaciones particulares disminuyen. Las necesidades son generalizadas: alimentos, vivienda, inserción laboral, material escolar o facturas, entre otras. El perfil de los solicitantes ha variado respecto a años anteriores, ya que muchos tienen trabajo. “Pero no les llega”, señala María del Carmen Alonso, del equipo de coordinación de programas de Cáritas. En Amigos de Galicia, el incremento de atenciones es del 264% respecto a 2021. “Xa tivemos case 4.500 atencións”, explica Marta Cousiño, trabajadora social. 

Las entidades, además, auguran un empeoramiento de la situación. “O peor parece que aínda non chegou”, comenta Felipe Ferreiro, presidente de Cruz Roja Ourense, que recuerda la importancia de las aportaciones económicas, tanto de las administraciones como de particulares. Cruz Roja acaba de aprobar a nivel nacional una línea de ayudas de 8 millones de euros para hacer frente al incremento de las demandas. “Aquí calculamos que axudará a máis de 350 familias, as máis vulnerables”, apunta. 

Alimentos

El aumento de la demanda de alimentos se traduce en el doble de usuarios que acuden cada día al comedor social de Cáritas. “Estamos dando en torno a 400 comidas diarias, casi el doble de las que repartíamos a principios de este año”, comenta Alonso. 

En el Banco de Alimentos, la cifra de beneficiarios se mantiene en torno a los 6.500. “Las cifras no varían mucho porque los que se van -porque su situación ha mejorado o se marchan de la provincia- compensan a los que llegan”, detalla Natalia González, coordinadora de la entidad. La mayor dificultad a la que se enfrentan es la caída de un 60% en las donaciones particulares: “Sabemos que la situación empeora para todo el mundo”.

Empleo

La falta de empleo, o el bajo salario del mismo, son dos de las principales preocupaciones que señalan las entidades. “Estamos viendo una situación de fragilidad social importante”, recalca Alonso. “Hai familias nas que só entran oitocentos ou novecentos euros ao mes, con iso non se poden manter”, añade Ferreiro. En esa línea, se trabaja la inserción laboral con acompañamiento y cursos formativos. 

Desde Amigos de Galicia recuerdan la complejidad de acceder a un empleo para aquellos migrantes que se encuentran en situación irregular. “Teñen situacións moi difíciles, teñen estudos pero non están convalidados ou non poden acceder a convalidación… O que facemos é formación para conseguir o certificado en competencias clave, ao que poden acceder tendo só o pasaporte”, explica Cousiño.  

Vivienda

El encarecimiento de los alquileres ha provocado el incremento notable de peticiones de ayudas económicas e, incluso, de vivienda. “Es de las principales demandas, mucha gente no puede afrontar una búsqueda de vivienda, tienen que demostrar ingresos, solvencia…”, señala Alonso. Cáritas, que dispone de viviendas sociales, no puede cubrir actualmente la elevada demanda que recibe. Además, muchas familias también precisan colaboración para pagar facturas. “Nós apreciamos un aumento importante das axudas para consumo enerxético, gas, aluguer…”, apunta Ferreiro. 

Menores

Amigos de Galicia y Cruz Roja reparten útiles para el inicio de curso, ya que supone un gasto muy elevado. “Nós temos entregado xa máis de duascentas mochilas con material escolar”, detalla Cousiño. En Cruz Roja, el año pasado dieron útiles a medio millar de familias, y este 2022, la previsión es similar. 

Felipe Ferreiro detalla que las necesidades no solo implican niños: “Sempre se fala dos nenos e tamén hai moitos adolescentes”.

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