La investigación policial centrada en Inserimos dio como resultado la detención de dos personas, el gerente de la empresa con sede en Vigo, Jorge Lago y su comercial en Ourense, Adolfo Martínez
La investigación policial centrada en Inserimos, una de las dos comercializadoras que Iberdrola tenía en Ourense, y que ha destapado 40 defraudaciones de fluido eléctrico a través de la manipulación de contadores de la luz y 71 facturas cobradas de forma fraudulenta, dio como resultado la detención de dos personas, el gerente de la empresa con sede en Vigo, Jorge Lago y su comercial en Ourense, Adolfo Martínez.
Tras declarar ante la Policía, el responsable de la mercantil quedó en libertad, a la espera de que sea citado por el juez en calidad de imputado.
Pero, según asegura, se siente "muy tranquilo, porque yo no tengo nada que ver". Según su relato, "me enteré de lo que estaba ocurriendo hace unos dos meses, cuando me llamó Iberdrola. No me lo podía creer y hablé con el comercial (en alusión a Adolfo Martínez). Al principio, él me lo negaba todo, pero luego confesó, igual que ha hecho ante la Policía". Para Jorge, lo ocurrido supone un duro golpe empresarial, "nos ha hecho mucho daño y sólo espero que se haga justicia y que pague por lo que hizo".
El gerente asegura que en cuanto descubrió lo que había estado haciendo con las facturas y la manipulación de los contadores, "se le despidió de inmediato. Nunca me lo hubiera imaginado porque ha estado dos años trabajando para mí y nunca hasta ahora habíamos tenido problemas".
A juicio del gerente, el comercial debió actuar así por problemas económicos, si bien reconoció que "jamás me comentó que necesitara dinero".
El comercial ofrecía, según la Policía, a los clientes una tarifa plana que se abonaba cada mes, revisable a fin de año y que suponía un ahorro de un 20% sobre la tarifa que pagaban. La forma de pago por la luz consumida se repartía en dos facturas, una parte la abonaba el cliente a Iberdrola mediante recibo bancario y la otra a la empresa colaboradora de la eléctrica. A partir del momento en el que los clientes aceptaban esta tarifa, el recibo que le pasaba Iberdrola suponía entre la mitad y una tercera parte que la que pagaban hasta ese momento. A los pocos días, recibían otro cargo de Inserimos por una cantidad que, sumada a la anterior siempre daba la tarifa plana. Para enmascarar el verdadero consumo, se manipulaban los contadores.
"Es inexplicable, porque Iberdrola no tiene tarifa plana", dice el gerente.
