Este pasado viernes, una patrulla de la Guardia Civil de tráfico de Verín, que se encontraba en un control en la autovía A-52 a su paso por las proximidades de la villa, procedieron a comprobar un camión que circulaba por la vía. Una vez efectuadas las primeras verificaciones, descubrieron que el conductor del vehículo no utilizaba su tarjeta personal en el tacógrafo digital.
Al comprobar que la tarjeta del tacógrafo no se correspondía con la del conductor del vehículo, buscaron la identidad del propietario real de la tarjeta, que resultó ser el propietario de la empresa de transportes a la que pertenecía el camión, con sede en Vigo.
El conductor investigado, conseguía con ello que los tiempos de conducción y descanso no se registrasen en su tarjeta personal, pudiendo aumentar de esta forma sus horas de trabajo o la reducción de su tiempo de descanso. Asimismo, se procedió a investigar al titular de la tarjeta por su cooperación necesaria en la consumación del delito.
Este modo de fraude afecta a la seguridad vial, pues provoca un notable agotamiento de los conductores, que, al prolongar en exceso sus jornadas de trabajo, ven reducidas sus capacidades al volante, atentando gravemente contra la propia ordenación del sector de transporte.
Desde el año 2020, este delito se somete a procedimiento penal, pues es considerado como falsificación. En la investigación se les atribuye tanto al conductor como al propietario de la tarjeta, un supuesto delito de falsedad documental, que puede conllevar unas penas de prisión de hasta tres años y multas de hasta doce meses.
Se da la coincidencia de que hace exactamente un mes, en este Subsector de Tráfico de la Guardia Civil se detectó un caso similar, en el que el conductor utilizaba la tarjeta de otro conductor de la misma empresa.
