Jácome culpa de las deudas del Concello de Ourense a PP, PSOE, BNG y funcionarios

Jácome, Armando Ojea y el interventor, Gonzalo Alonso, ayer en un pleno del Concello de Ourense (Marcos Atrio).
photo_camera Jácome, Armando Ojea y el interventor, Gonzalo Alonso, ayer en el pleno. MARCOS ATRIO
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, acusa a la tesorera municipal de “ralentizar” las facturas  y al interventor de no leer lo que firma

Jácome acusó ayer en el pleno municipal al interventor, Gonzalo Alonso, de no leerse los expedientes y ser “negligente”. Además, culpó a funcionarios y oposición del récord de impagos a los proveedores. El alcalde volvió a señalar a funcionarios, PSOE, BNG y PP del récord de impagos a los proveedores y de la baja ejecución presupuestaria de su gobierno, confirmó el proceso abierto para cesar a la tesorera municipal y arremetió gravemente contra el interventor municipal, Gonzalo Alonso, a quien acusó de no leerse los expedientes y ser “negligente”. 

El pleno extraordinario celebrado para aprobar cuatro modificaciones de crédito por valor de 15 millones de euros salió adelante gracias al apoyo del PP al gobierno de Jácome, que volvió a auxiliar su controvertida gestión económica. 

Los populares desbloquearon la partida de 5,5 millones para pagar parte de las deudas acumuladas en la cuenta 413 por impagos a proveedores, se abstuvieron para permitir el pago de 7 millones de euros para abonar el dinero de los buses encargados y para los que no hay partida para pagar la factura, y votaron a favor de la modificación para pagar las ayudas del Consello Municipal de Deportes a los clubes. El reparto fue muy criticado por el BNG y el PSOE, que exigen un cambio de criterios que evite discriminaciones entre clubes. BNG y PSOE sí aprobaron el pago de más de 300.000 euros para cámaras de acceso al Casco Vello y radares. 

El punto de mayor conflicto se produjo en el debate sobre los 9 millones de euros de facturas impagadas en la cuenta 413. El interventor, en su informe, mostró su extrañeza por la alta deuda contraída con Viaqua, de 1,75 millones, algo a lo que aludió el portavoz del BNG, Luis Seara.

En ese momento, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, lejos de asumir cualquier error en la gestión, culpó a la “maquinaria” del Concello y a “los funcionarios” del retraso en los pagos (120 días de demora, cuatro veces más de lo permitido por ley). En particular, el regidor arremetió contra la tesorera municipal, a quien, como avanzó este periódico, quiere cesar, y cuyo procedimiento de despido ya se ha iniciado. El propio Jácome lo confirmó en el pleno: “La tesorera ralentiza todo, es muy tiquismiquis, más que un notario. No la podemos despedir porque sí, y se tiene que quedar con un puesto similar, pero vamos a proceder a su relevo como tesorera”. 

No contento con las críticas del nacionalista Seara, le llamó “vagos” a él y a sus asesores, acusándolos de no leerse el expediente, al recriminarle este las advertencias del interventor, que llamaba la atención en su informe sobre las altas deudas contraídas con Viaqua. Además, en un episodio insólito nunca visto antes en los plenos municipales, el regidor arremetió contra el interventor municipal. “Me da la impresión de que no se leyó el expediente”, dijo sobre el alto funcionario, en una acusación grave, al insinuar que firma los documentos sin leerlos. Poco después, intentó suavizar su opinión, asegurando que el interventor quizás había cometido un “gazapo” y una “negligencia”. 

En ese momento, se produjo un enfrentamiento con el interventor, quien, como señala el reglamento, pidió la palabra al ser interpelado. Jácome le negó ese derecho y lo atacó: “Como dice el interventor a menudo, la Administración escribe y no habla, así que escriba si quiere”, le espetó. 

El regidor ourensano también negó la palabra al BNG tras las descalificaciones vertidas. En el siguiente turno de palabra la nacionalista Rhut Reza calificó como “covardía política” para no responder sobre la mala gestión de su gobierno local, que según la socialista Natalia González es “un caos”.

Además, en un pleno polémico en el que el PP salvó los muebles para poder pagar facturas y autobuses ante la  falta de presupuestos actualizados, el Concello de Ourense no retransmitió la sesión vía online en directo, como acostumbra a hacer cada mes. 

Las respuestas de los partidos

El PSOE lamentó el “branqueamento” del PP al alcalde tras  aprobar modificaciones presupuestarias “para darlle aire” a su “caótica” gestión económica. La modificación aprobada para pagar facturas de la cuenta 413 “é para habilitar un crédito sen saber para que se vai empregar. Non sabemos nin que, nin a quen se debe e como ou cando se vai pagar”, por la “falta de información” de Jácome en los expedientes llevados a pleno.  

El BNG advirtió de la “neglixente” gestión del gobierno local  y del “risco” a la estabilidad económica de Concello. Los nacionalistas afearon la “falta de información” sobre las facturas impagada y criticaron  el reparto de ayudas a clubes deportivos, proponiendo una alternativa que daría más dinero a la bases. El nacionalista Luis Seara ironizó con que el PP tiene en el pleno “a maior representación da historia, con 17 concelleiros”.

La popular Ana Méndez criticó la “falta total de xestión administrativa” de Jácome,  que le fuerza a pedir auxilio a la oposición, pese a la “administración paralela” montada en el Concello a base de asesores: “Que se poñan a traballar”. Méndez ironizó con que Jácome es un “excelente presidente de comisión de festas pero un pésimo xestor”. 

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