Audio | Jácome intentó que dos funcionarios asumieran la multa a su coche en Vigo

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, reconoció ayer que su amigo y profesor de la Escola Municipal de Música, Rafael Martínez Cachafeiro, asumió la multa al coche de Alcaldía en Vigo interpuesta el sábado 3 de septiembre de 2022 y sin agenda oficial conocida, tras haber sido cazado a 88 km/h en una zona limitada a 50 por un radar en el entorno de Samil. Cachafeiro, conocido como “Rafa Reporter” y número 6 en las listas de DO el 28M, se identificó como el conductor, como adelantó ayer La Región. Según Jácome, a preguntas de BNG y PSOE, “es un trabajador público del Concello y el coche lo utilizan muchos trabajadores públicos, y también eventuales, constantemente”. Además, dijo el regidor, el viaje era para “un acto justificado”, sin aclarar cual.

El audio, en exclusiva

Sin embargo, el audio de una conversación entre el alcalde y dos trabajadores públicos al que ha tenido acceso este periódico pone en duda los argumentos esgrimidos en la sesión plenaria por el regidor. Y es que Jácome maniobró previamente, antes de que Martínez asumiese la multa a principios de abril, para intentar endosarle la responsabilidad de la sanción por exceso de velocidad a otros. En concreto, intentó convencer a dos funcionarios municipales, relacionados con el área tecnológica, de que alguno se identificara como conductor, con la justificación de una supuesta asistencia a un evento tecnológico en Vigo ese mismo día: “El pulpo no sé qué”, según Jácome. En concreto, se refería a una feria tecnológica, “Pulpo Con”, que se celebró el 3 de septiembre de 2022 en la ciudad olívica, y que para el alcalde se convirtió en la coartada perfecta para justificar el desplazamiento. “Es que tiene que ser alguien de Tecnología. (…) No vamos a dar vuestro nombre. (…) Necesito a uno de vosotros dos (…) que fuisteis en coche al tecnológico el sábado (…) No se pierden puntos ni pollas”, señala en la conversación.

Los funcionarios intentaron escabullirse de la proposición. “Al final va a salir el nombre por ahí, seguro. Y yo no quiero problemas (…) ¿Qué pinta un funcionario…? ¡Nos van a ir encima a nosotros, joder!”, desliza uno de ellos, que le propone elegir a un asesor, algo que el alcalde no ve claro: “Es que tiene que ser alguien de Tecnología (…) El asesor queda fatal”.

En todo caso, Jácome sabía que él no podía salir en la ecuación: “O sea, lo que no pueden hacer es que pillen (…) y me apunten a mí. Con eso pierdo votos”.