Paula es hostelera jubilada, pero poeta en activo. Quiere publicar su quinto libro y llama a todas las puertas. Escribir es su sueño y sus versos, una caja de sorpresas en la que caben Lucía Pérez, la Preysler, Manolo Escobar y Auria.
Paula García es una de esas tías que llevan el "carpe diem" tatuado en el alma. Quizá también en la piel. Porque esta extremeña afincada en Ourense es una caja de sorpresas, una chavala de 74 años buscando editorial para su quinto poemario. De puerta en puerta, y los viajes del imserso a Canarias, a tomar viento. "Lucho por mi sueño, que es escribir", dice. Y su poesía es, cuanto menos, moderna. Si ese es el adjetivo adecuado para versos que mezclan la muerte de Paquirri, el abandono de Julio Iglesias a la Preysler o la música de Bisbal con una oda riquiña a un cantante del "Luar" y "Bamboleo" o a Ourense, la tierra del hombre que enamoró a Paula en Playa América hace unos cuantos años.
"Lo de escribir es un hobby que tengo yo de siempre. No tengo estudios, pero siempre tuve una memoria muy especial. Aunque fui poco a la escuela, esto te sale del alma. Por eso me gasto el dinero, porque es mi hobby. Y hay que insistir, quiero que la gente conozca mi poesía. Quiero publicar en Ourense", cuenta esta mujer decidida, que aunque se ha dedicado toda la vida a la hostelería, confiesa que le hubiera gustado ser periodista. "Sí. Una vez les escribí a Hermida y Gabilondo. Les dije: 'Periodista me hubiera gustado ser, y casi no sé leer'. Se lo puse porque rimaba, básicamente", se ríe.
Una chispa en Playa América
El acento la delata, a pesar de salir de su Valle de la Serena natal, en Badajoz, hace más de 50 años. Paula se mudó al País Vasco con solo 19 años, donde, asegura, "serví a políticos y a gente muy importante". Con sus amigas venía a Playa América en el verano. "De soltera. Y ellas una vez quisieron ir a una fiesta. Yo no quería conocer gallegos, pero mira...", se ríe. Ahora se siente una ourensana más, y a la tierra de su marido le dedica unos versos en los que hace las raíces de su amor, las suyas propias: "Ourense del alma, aquí me crié, te llevo en mi sangre, te llevo en mi piel. Qué bonito se ve Ourense al subir a la montaña, cuando tiene sol, lo veo con claridad, cuando tiene niebla, me hace soñar. Tiene buen vino, tiene buen pan, tiene chorizo, tiene jamón, tiene verdura y un buen lacón. El emigrante gallego es soñador y brinda por su tierra mucho amor".
Recita de memoria. Y prosigue con su plan: "Quiero encontrar a algún compositor, porque mis poemas son musicales."
Lo de Bisbal y la Pantoja
Once horas de cola en un concierto hizo Paula García para conocer al triunfito que más lo ha petado de aquella primera edición. Pudo entregarle uno de sus poemarios. Otro gallo cantó con Isabel Pantoja: "Le regalé unos poemas. Aún estaba con Julián. Si llego a saber que era tan mangante...", bromea.
Lola Flores, Rocío Jurado, los gallegos Lucía Pérez y "SuperPiñeiro" o Manolo Escobar se suben "al carro" poético de esta extremeña que ha echado raíces en Ourense con una filosofía de vida envidiable. Solo hay que leer los títulos de sus libros: "El sol me regala una flor cada mañana", por ejemplo.
"Soy muy tímida, no sé si estoy preparada para muchas cosas, ojalá pudiese haber estudiado más. A lo mejor hay gente que dirá: 'Tu poesía es de una simple ama de casa', pero escribo poesía dura que no la entenderá todo el mundo. Escribo para el pueblo, para la gente sencilla como yo". Razón aquí ([email protected]) para contactar con ella.
