El Juzgado de lo Penal 2 de Ourense ya tiene fecha para el juicio que sentará en el banquillo a Antonio Q.N. (32 años), el conductor que invadió el carril contrario por el que circulaba el 30 de agosto de 2010 una profesora que en ese momento de dirigía con su familia al colegio Virxe da Saleta, en donde iba a comenzar a dar clase ese curso. En esa misma colisión frontal también resultaron heridos su esposo y sus dos hijas, quienes estuvieron durante días hospitalizados.
El acusado de un homicidio imprudente, un delito contra la seguridad del tráfico y tres más por lesiones por imprudencia grave fue sometido una hora y media después a una prueba de alcoholemia que dio positiva: 0,75 miligramos por litro de aire espirado (el máximo permitido es 0,25).
El faltal accidente ocurrió en la carretera OU-504, en sentido Ribadavia. Según el fiscal, 'la intoxicación etílica contraída con anterioridad por Antonio Q.N. le impedía la conducción con las debidas condiciones de seguridad debido a la merma de reflejos que le producía'. Según el atestado elaborado por la Guardia Civil de Tráfico, el inculpado, que pilotaba un BMW, invadió le sentido contrario lo que provocó una colisión frontal contra el Dacia Sandero que conducía la profesora, que a su vez salió rebotado hacia atrás, cayendo sobre la parte derecha del capó delantero en un Renault Clio ocupado por una madre y su hija de nueve años, que también resultó herida.
La defensa del acusado sostiene que circulaba de forma normal pero al tomar una curva sufrió un deslumbramiento a consecuencia del sol lo que provocó que invadiera de forma repentina el carril contrario. Según añade, el encausado sufría entonces una grave dependencia del alcohol, de hecho en agosto del pasado año ingresó en un centro de rehabilitación.
A su entender, cabe hablar de una falta de imprudencia con resultado de muerte y tres de lesiones por imprudencia.
El faltal accidente ocurrió en la carretera OU-504, en sentido Ribadavia. Según el fiscal, 'la intoxicación etílica contraída con anterioridad por Antonio Q.N. le impedía la conducción con las debidas condiciones de seguridad debido a la merma de reflejos que le producía'. Según el atestado elaborado por la Guardia Civil de Tráfico, el inculpado, que pilotaba un BMW, invadió le sentido contrario lo que provocó una colisión frontal contra el Dacia Sandero que conducía la profesora, que a su vez salió rebotado hacia atrás, cayendo sobre la parte derecha del capó delantero en un Renault Clio ocupado por una madre y su hija de nueve años, que también resultó herida.
La defensa del acusado sostiene que circulaba de forma normal pero al tomar una curva sufrió un deslumbramiento a consecuencia del sol lo que provocó que invadiera de forma repentina el carril contrario. Según añade, el encausado sufría entonces una grave dependencia del alcohol, de hecho en agosto del pasado año ingresó en un centro de rehabilitación.
A su entender, cabe hablar de una falta de imprudencia con resultado de muerte y tres de lesiones por imprudencia.
