Tribunales

“Juro por Dios que no sé cuándo entré al Concello de Carballiño"

El juicio lleva varias sesiones con las declaraciones de los trabajadores o exempleados.
photo_camera El juicio lleva varias sesiones con las declaraciones de los trabajadores o exempleados.

Los trabajadores que declaran alegan el tiempo transcurrido para justificar sus imprecisiones

La falta de concreción ante las preguntas de la fiscal en el juicio en el que figuran como investigados dos exalcaldes (Pachi Vázquez y Carlos Montes) y cuatro exediles socialistas del Concello de Carballiño (Alfonso Prado, José Antonio Barge y Elisa Domínguez) ha sido el común denominador durante los días del interrogatorio reservado a los trabajadores en los que la acusación pública ha puesto la lupa sobre cómo llegaron y, sobre todo, cómo se quedaron. Solo la fiscal pregunta y las respuestas, generalmente, son vagas, no entran al detalle porque, según esgrimen, han transcurrido 15 años o más.

A L.M.M. la memoria le jugó una mala pasada: no se acordaba del año en el que empezó a barrer las calles de la villa y tampoco de cómo pasó de temporal a indefinido. La fiscal le reprochó el lapsus con tono amigable y él sintió la necesidad de poner a Dios por testigo. "Te lo juro por Dios que no sé en qué año empecé", aseguró en la sexta sesión del juicio por prevaricación continuada. El barrendero sí recordaba que lo llamaron del Inem y que antes había estado en una escuela taller. Y poco más. "No me acuerdo de qué me dijeron o si hice pruebas", explicó. Eso sí, firmaba los contratos de renovación sin leerlos, dijo.

A.M.G. excusó por dos ocasiones las dificultades para recordar en los nervios. "No me acuerdo cómo empecé; estoy nervioso y no me acuerdo", aseguró el testigo, en la nómina de jardineros del ente local.  El Inem lo llevó hasta el Concello y una entrevista le sirvió de salvoconducto para entrar. Después, se quedó pero no sabe cómo ni cuándo ni por qué.

Otros testigos fueron más precisos pero sin poder concretar quién les hizo la entrevista de selección debido al tiempo transcurrido. 

Entre los citados ayer, hubo dos extrabajadores que ya no están pero porque no quisieron pese a que la jurisdicción social les reconoció que su despido, en un cambio de gobierno, había sido improcedente porque habían adquirido la condición de indefinidos. Fue el caso de un psicólogo y una mujer que estuvo en el departamento de Servicios Sociales. Ambos defendieron la limpieza del proceso porque fueron sometidos a una entrevista, tras la llamada desde el servicio público de desempleo o anuncios en prensa o el tablón del Concello, y se tuvo en cuenta su currículo.

S.V.F. ganó el juicio y decidió seguir como auxiliar administrativo en los servicios sociales.  Según explicó, los contratos anuales los renovaba porque se volvía a presentar a un proceso de selección.

Para A.V.G., comenzar a trabajar como pintor fue cuestión de horas. "Chamáronme do paro e tiven que ir traballar: fun pola mañá ó Concello e xa me mandaron ir pola tarde porque tiñan unha urxencia de pintura", aclaró.

La jornada continúa con la declaración de dos testigos  importantes para la fiscalía, la interventora y un exsecretario. 

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